El salto al vacío
Bahrein y Kuwait: ¿efecto dominó chiíta
y choque petrolero
en Arabia Saudita?
Rebelión en Libia
Berlín, capital del cine en febrero
Ropa usada
Amores no correspondidos
Sacar a la gente, otro arte
Original exposición de Alejandra Aguilar
a Secretaría de Gobernación admitió ayer el recuento elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de los civiles manifiestamente inocentes que han resultado muertos en operativos de fuerzas federales –tanto policiales como militares–, y que se eleva a 111 personas, sólo en los últimos meses de 2010. La cifra, escandalosa, no incluye a las personas que han sido victimadas por efectivos de corporaciones estatales y municipales en el contexto de la guerra
contra la delincuencia organizada que declaró la actual administración, ni las bajas colaterales
causadas por los despliegues policiaco-militares de diciembre de 2006 a la primera mitad del año pasado. Tampoco incluye, por supuesto, homicidios como los de Elías Salazar, su hermana María Magdalena y su esposa, Luisa Ornelas, perpetrados hace unos días en Ciudad Juárez; el de su hermana, Josefina, asesinada a principios del año pasado; el de Marisela Escobedo, ni los de otros incontables ciudadanos honestos que han sido ultimados por grupos delictivos.
Niega Banco de México fuga de capitales
oy (sábado) se publicó en la portada de la edición impresa de La Jornada, y como nota principal, el siguiente encabezado: Aumenta 79% la fuga de capitales del país: B de M
.
n una antigua y bastante manoseada tienda de regalos del distrito Zamalek, en El Cairo, pregunté esta semana al dueño si tenía a la venta una foto de Saad Zaghloul. Más tardé en decirlo que él en sacar de una bolsa de papel de la trastienda un retrato del prócer, padre de la verdadera lucha por la independencia de Egipto, héroe de 1919, cuando el pueblo –seculares y religiosos, musulmanes y coptos, hombres y mujeres por igual– se levantó en manifestaciones callejeras y huelgas industriales para exigir su libertad de Gran Bretaña. Suena familiar y hay razón para que lo sea. He aquí una cita de El despertar del Egipto moderno, de Mohammed Rifaat, que pudo haber sido escrita por cualquiera de nosotros en las semanas recientes.
l entrecomillado corresponde al título de un artículo que publicó el senador priísta Manlio Fabio Beltrones, el 11 de enero de este año, en el periódico Reforma. En ese artículo se puede degustar, al mismo tiempo, tanto la simpleza y la ignorancia de los priístas comunes y corrientes como su infinito cinismo y su asombrosa ordinariez. Es sorprendente ver cómo han perdido la capacidad de formular ideas programáticas y de largo alcance, partiendo de la realidad del país. Se limitan, simplemente, a hacer el recuento de las atrocidades que los panistas cometen desde el poder y a balbucear obviedades que quieren pasar por planteamientos de buen gobierno.
más de un siglo del inicio de la primera revolución social del siglo XX
, y tras más de 25 años del comienzo de los programas de combate a la pobreza, el rostro social del país se ha oscurecido, con clases medias pujantes o echadas. Lo que sobresale son la desigualdad que con la megaurbanización se vuelve realidad cotidiana y abrumadora; la concentración de privilegios y la pobreza masiva.
pesar de las bondades de la ley migratoria, hay que reconocer que es parcial y que habría sido mejor tratar de conciliar una ley integral, que parta de principios básicos y donde se trate de manera conjunta y articulada la inmigración, el tránsito y la emigración.
ntes que nada, unos pocos datos históricos. La rebelión contra la colonización italiana unificó en Libia a las tribus beduinas y a los ocupantes de Cirenaica, en la mitad del país más cercana a Egipto, donde era muy influyente la secta fundamentalista y xenófoba de los Senoussi. Vencida Italia en la Segunda Guerra Mundial los ingleses pusieron en el poder al jefe de la secta, Idriss el Senoussi, como rey de Libia y, al igual que los estadunidenses, instalaron en el país una gran base naval y militar. El país en 1951 pasó a ser de hecho una colonia inglesa con un rey y formalmente independiente
. Recién en 1957/58 se descubrió la riqueza petrolera líbica, que pasó de 700 mil toneladas exportadas en ese año a 122.5 millones en 1968 y cambió la estructura social y política del país. Eran los años del gran impulso del nacionalismo socializante árabe (con la revolución argelina) y del nacionalismo burgués árabe, con el nasserismo en Egipto y estaba candente la revolución palestina. Por otra parte, eran también los años de la Guerra Fría (de la guerra por el Canal de Suez, del aplastamiento de los consejos obreros húngaros en 1956 por la Unión Soviética, del aplastamiento de la independencia de Checoslovaquia y de su Partido Comunista en 1968). En 1969 un grupo heterogéneo de militares nacionalistas, dirigido por un beduino ex jefe de los servicios de inteligencia formado por los ingleses y anticomunista, el coronel Muammar Kadafi, derribó a la corrupta monarquía y poco después expulsó las bases imperialistas. Después, Kadafi eliminó del gobierno su ala marxistizante, que tuvo que emigrar, su ala nasserista y su ala derecha y asumió todo el poder y a partir de 1977 se mantiene depurando el ejército con continuas ejecuciones de oficiales.
a cuestión de si la izquierda debe seguir siendo independiente y presentar sus propios candidatos, que sus alianzas deben ser dentro de la izquierda y con su propio programa, ya tiene muchos años. Las elecciones de 1988 con Cuauhtémoc Cárdenas para la Presidencia, con la alianza de la fuerza que representaba Heberto Castillo, que declinó en beneficio del primero; de Andrés Manuel López Obrador en 2006, con prácticamente toda la izquierda, y muchos más, apoyándolo, han mostrado un camino. En el primer ejemplo, fraude. Si en esta última elección no se reconoció el triunfo de la izquierda, fue también por un fraude electoral, en su momento reconocido como tal, por lo menos, por toda la izquierda.
n una antigua y bastante manoseada tienda de regalos del distrito Zamalek, en El Cairo, pregunté esta semana al dueño si tenía a la venta una foto de Saad Zaghloul. Más tardé en decirlo que él en sacar de una bolsa de papel de la trastienda un retrato del prócer, padre de la verdadera lucha por la independencia de Egipto, héroe de 1919, cuando el pueblo –seculares y religiosos, musulmanes y coptos, hombres y mujeres por igual– se levantó en manifestaciones callejeras y huelgas industriales para exigir su libertad de Gran Bretaña. Suena familiar y hay razón para que lo sea. He aquí una cita de El despertar del Egipto moderno, de Mohammed Rifaat, que pudo haber sido escrita por cualquiera de nosotros en las semanas recientes.
ace unos días se inauguró la 32 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería en donde hasta el 6 de marzo nos podremos dar un banquete libresco. No importa que compremos poco o nada, el gozo de ver la portada de un libro, tocarlo, echar un vistazo al contenido, al diseño, aspirar el olor del papel es.... insustituible. Compare este placer con ver letras en una pantalla. Así que estemos tranquilos, el libro de papel nunca se va a acabar.