Ante cientos de representantes de institutos políticos de 37 países, reunidos por el Partido del Trabajo, Andrés Manuel López Obrador señaló que la intervención del gobierno de Estados Unidos en México responde a que están abusando de la debilidad de Felipe Calderón.

Al participar como uno de los oradores principales en el 15 seminario internacional Los partidos políticos y una nueva sociedad, que se lleva a cabo en el hotel Sevilla Palace de la ciudad de México, el ex candidato presidencial habló de la necesidad de fortalecer la política exterior, tras revelarse la participación que está teniendo el gobierno estadunidense en el combate que impulsa Calderón contra el crimen organizado.

Da pena porque nuestra tradición de política exterior siempre había sido ejemplar. Históricamente, la diplomacia mexicana se caracterizó por hacer valer los principios de no intervención, autodeterminación del pueblo, solución pacífica de las controversias y cooperación para el desarrollo.

Ahora –anotó– hay una declaración de un funcionario estadunidense diciendo que todo lo que han hecho en México ha sido a solicitud de Calderón; cada vez se sabe más que ha pedido cooperación para labores de inteligencia, que estos aviones que vuelan el espacio aéreo, violando nuestra soberanía nacional, también forman parte de un acuerdo conjunto.

México no es protectorado

Pero esto –advirtió– no va a suceder cuando se dé la transformación en el país. Nosotros no queremos que México sea un protectorado, una colonia de ningún país extranjero; México va a ser siempre libre, independiente y soberano. Y esto lo vamos a hacer saber en su momento para que nos respeten.

En cuanto al Ejército, afirmó que actuaría de forma institucional, y estamos seguros de que va a aceptar que en México se dé un verdadero cambio, que haya una auténtica democracia.

Manifestó que su política sería no exponer al Ejército y sacarlo gradualmente de la guerra declarada por Calderón al crimen organizado. Nosotros vamos a declarar la lucha contra la pobreza y por el bienestar del pueblo.

Acompañado por el dirigente nacional del PT, Alberto Anaya, y frente al hondureño Manuel Zelaya, López Obrador habló de cómo se ha fortalecido el Movimiento de Regeneración Nacional que encabeza y de la necesidad de buscar una transformación en México.

Necesitamos primero atender los asuntos internos, fortalecer nuestra economía y que haya bienestar en el país para que de esta manera nos respeten mejor. Si tenemos problemas internos “siempre se aprovechan para intervenir… Por eso necesitamos fortalecer pronto la economía, las relaciones sociales y políticas de nuestro país… Es momento para la transformación y construir un nuevo pacto social”, dijo.

Al final –indicó–, es la inmensa mayoría del pueblo la que está sufriendo. No son pocos los que quieren el verdadero cambio.

Agradeció el apoyo que ha recibido del PT. “Ha habido dirigentes que nos han dado la espalda, pero como esto se preveía, ya tenemos una organización nacional para lograr el objetivo principal, que es la transformación del país… Hay quienes se han quedado a la orilla del camino, pero hemos tenido el apoyo de otros dirigentes, como es el caso del PT”, subrayó.

Antes de acudir al seminario internacional, el ex candidato presidencial estuvo de gira por Gómez Palacio, Durango, donde manifestó que la paz y la tranquilidad son fruto de la justicia, y en este sexenio se han acumulado más de 36 mil muertos a consecuencia de una política errática que persigue acabar con la violencia, pero sin afinar sus estrategias en cuanto a educación y bienestar.

Criticó que viene Calderón y a lo tonto piensa que con medidas coercitivas, con el Ejército, con la policía, con cárceles y con amenazas de mano dura va a resolver un problema que tiene como origen la falta de empleos, de bienestar. Desde luego que no se puede enfrentar un problema de inseguridad y de violencia sin no hay un cambio en la política económica, si no hay oportunidades de empleo y no se atiende a los jóvenes.

López Obrador advirtió que legisladores afines al Movimiento de Regeneración Nacional evitarán la aprobación de la reforma laboral, acuerdo entre las cúpulas del PRI y del PAN, porque elimina los derechos de los trabajadores.