Jueves 15 de septiembre de 2011, p. 2
El presidente Felipe Calderón afirmó que así como los soldados plantan cara y se baten en combate con el enemigo, ciudadanos o militares debieran hacer lo mismo, cada quien en su trinchera
.
Al clausurar y declarar la apertura de los cursos de los planteles del sistema educativo militar de todo el país, pidió también guardar un minuto de silencio por todos los soldados caídos, que han bañado el suelo de la patria con la fertilidad de su vida
.
Volvió a defender la participación del Ejército en la lucha contra la delincuencia al resaltar que, sin sus efectivos, millones de familias mexicanas “estarían simple y sencillamente abandonadas a su suerte y en manos de criminales.
Nuestros soldados protegen al débil, al inocente, a quien más lo necesita; lo mismo enfrentando criminales que prestando apoyo a las familias afectadas en cualquier desastre natural
, resaltó ayer Calderón mientras estaba acompañado por los secretarios de la Defensa, Guillermo Galván, y de Marina, Mariano Francisco Saynez.
En el Colegio Militar, el Presidente puso de ejemplo a los soldados que han llenado a la patria de orgullo al plantar cara al enemigo y batirse en combate con él en nombre de México. Pienso que cada ciudadano, militar o no, debiera hacer lo mismo, cada quien en su trinchera, cada quien en su tarea, cada quien en su labor; construir patria tal y como la queremos, cumpliendo nuestro deber al máximo, como si de cada acción nuestra dependiera el futuro del país
.
Luego de entregar reconocimientos a los militares más destacados en sus estudios, Calderón les pidió realizar grandes sacrificios a cambio de la recompensa inapreciable del reconocimiento y cariño, cada vez mayor, del pueblo.
Les pidió no tener duda de que están mucho mejor adiestrados y preparados que el enemigo, pero su superioridad no sólo es académica, de armamento, de número, sino ética y moral
, afirmó.
Ayer concluyeron sus cursos 6 mil 785 militares, de los cuales 20 son generales, 672 jefes, 2 mil 432 oficiales y 3 mil 661 elementos de tropa.
Calderón destacó que 217 mujeres pertenecen a esta generación y por primera vez 10 se graduaron como subtenientes, y con ello están escribiendo una página de historia en México.
Como comandante supremo de las fuerzas armadas, pidió a los militares honrar su nombre, y les advirtió que enfrentarán decisiones difíciles que implicarán, quizá, el riesgo de la propia vida, pero en todas estará el peso de la patria
.
Recomendó a los jóvenes graduados y cadetes honrar su nombre para que aparezcan en la memoria de los mexicanos, decenas y quizá cientos de años después, con el mismo timbre de gratitud y admiración con que hoy recordamos el nombre de los Niños Héroes
. De hecho, antes el Presidente pasó lista de honor a los héroes de 1847 y 1914.
Para Calderón la fortaleza y la grandeza de un país tiene uno de sus pilares más sólidos en los jóvenes que sirven con valentía y honor a México por medio de sus fuerzas armadas.
Luego, rodeado de los altos mandos del Ejército y de los presidentes de la Cámara de Diputados, el priísta Emilio Chuayffet, y del Senado, el panista José González Morfín, atestiguó un desfile de cadetes y tropas. La banda de guerra ejecutó el toque militar tres de diana.
A diferencia de años anteriores, las familias invitadas no pudieron saludar a los jóvenes militares que participaron en la ceremonia. Fueron conducidas a un área cercana al estacionamiento del colegio, donde debieron esperar varios minutos para poder retirarse.