El político y diplomático Fernando Solana Morales consideró que desde hace 29 años México es un país estancado.

Durante la conferencia magistral que ofreció con motivo de su investidura como doctor honoris causa de la Universidad Nacional Autónoma de México, lamentó que al rezago se sume el hecho de que desde hace varios años México sea el país de menor desarrollo en América Latina, que muestra caídas en desarrollo humano a escala mundial y aumento de la corrupción, así como deterioro de imagen internacional.

En la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, subrayó que para solventar lo anterior es necesario recuperar el crecimiento económico alcanzado antes de 1982.

Durante la conferencia México, retos y oportunidades en la economía global, el ex secretario de Educación Pública contrastó que entre 1933 y 1982 el país fue el que más creció en el mundo, por lo que, resaltó, tiene el potencial y la capacidad para hacerlo en más de seis por ciento anual, en promedio, de forma sostenida.

A partir de 1982, afirmó, las autoridades financieras asumieron que la estabilidad macroeconómica, por sí misma, aseguraría el crecimiento; que el mercado externo y la inversión extranjera serían suficientes para impulsar el desarrollo, y que el libre comercio aumentaría la productividad y la competitividad. Sin embargo, nada de esto ha ocurrido.

En aquel tiempo también se plantearon falsos dilemas, pues, expresó, sin estabilidad no hay crecimiento sostenido, el cual debe fijarse como prioridad de la política económica, según Solana Olivares.

Solana subrayó que el conflicto entre Estado y mercado también es erróneo, pues no es posible una economía sin regulación, capaz de corregir sus distorsiones.

Imagen de archivo del catedrático y ex secretario de Relaciones Exteriores y de EducaciónFoto La Jornada

Afirmó que México requiere plantearse la finalidad de lograr un crecimiento económico sostenido mayor a seis por ciento. Debe ser una propuesta explícita para fortalecer las finanzas públicas, crear empleos productivos, mejorar servicios sociales, reforzar la posición internacional del país y el desarrollo sustentable.

Para ello, propuso aumentar la inversión productiva, impulsar el mercado interno, simplificar el sistema fiscal, ampliar la infraestructura, mejorar el nivel educativo, fomentar una administración pública honesta y eficiente en los tres poderes y los correspondientes niveles de gobierno, así como disminuir el gasto corriente y contar con un Poder Ejecutivo que garantice el estado de derecho.

El imperativo es el crecimiento económico sostenido, que sólo se logrará con educación, infraestructura y una sociedad más participativa. Es responsabilidad de todos y debemos tratar de atenderlo.

Fernando Solana Morales nació el 8 de febrero de 1931, estudió ingeniería civil y filosofía; se tituló como licenciado y doctor en ciencias políticas en la UNAM. Por más de cuatro décadas ha sido académico en las facultades de Economía, Filosofía y Ciencias Políticas y Sociales de la máxima casa de estudios.

Como funcionario público fue secretario de Comercio (1976-1977), Educación Pública (1977-1982 y 1993-1994) y Relaciones Exteriores (1988-1993). También se desempeñó como senador de 1994 a 2000. Ha sido distinguido con las órdenes al mérito por los gobiernos de Alemania, Polonia, Francia e Italia, así como con las de Isabel la Católica de España, y de la Cruz del Sur de Brasil, entre otros.