Cocoyoc, Mor., 19 de octubre. Las políticas públicas no han sido eficaces ni efectivas para superar la pobreza y la desigualdad, dijo José Antonio Mendoza Zazueta, secretario técnico del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp), al concluir el foro internacional Mujeres tejiendo caminos y destinos para la comunidad mundial.

Ante integrantes de la Red Mexicana de Mujeres, Sueños de Mujeres Rurales y Federación Internacional de Mujeres Rurales, advirtió que en el país ha crecido la polarización social debido al fracaso de las estrategias públicas para superar la pobreza.

Aclaró que Rimisp no plantea un movimiento social global sino acciones de políticas públicas con una nueva visión, resultado de una reflexión en la que participen investigadores, académicos, habitantes de las zonas rurales y urbanas, organizaciones sociales y gobierno.

“No estamos ante un problema de conocimiento ni carencia de claridad sino ante restricciones, inercias, sometimiento a grupos de poder y falta de una estrategia con una visión compartida de cómo superar la pobreza y la desigualdad. Por eso hay que colocar el tema nuevamente en la agenda nacional, para que realmente se vuelva a debatir y los grupos que han sido ignorados –campesinos, indígenas y mujeres– sean tomados en cuenta”, expuso.

Consideró que los mexicanos estamos ante la mejor coyuntura para construir una política diferente, con la cual, combatir la pobreza, entender la realidad y al mundo de las mujeres, actuar ante los nuevos retos sociales.

En el encuentro, mujeres de Colombia, Guatemala, Perú, Bolivia, Argentina y España presentaron experiencias locales de organización para producir alimentos, promover culturas tradicionales y de construcción de interculturalidad entre sociedad y Estado.

Las mujeres y los jóvenes somos un potencial para el desarrollo si nos dan los espacios y existe un entorno adecuado, apuntaron las colombianas Beatriz Toloza Suárez y María Trinidad Gómez Martínez, al hablar de las experiencias de las cooperativas de mujeres y economía solidaria en las provincias del sur de Santander.

Durante años, explicaron, hemos trabajado en una cultura solidaria; hay aciertos y fracasos, actualmente existen 248 organizaciones solidarias y 154 cooperativas con 117 mil socios, de los cuales 57 mil son mujeres.

Martí Olivier, coordinador del movimiento Barcelona Consensus –iniciado en 2008 por el Centro por la Innovación Social–, convocó a los participantes a establecer acciones de emergencia para acabar con el hambre, hacer frente a los daños causados por el desarrollo y el cambio climático en los países empobrecidos y promover la pacificación mundial.

Aludió al movimiento de los indignados en diversos países como respuesta a la violencia, la inequidad social, la crisis de la conciencia y irresponsabilidad humana.

“Estamos en un cambio de época y de crisis múltiple, hay que construir un nuevo contrato social, político y económico para pasar de una cultura de imposición, dominio, violencia y guerra a una cultura de diálogo, conciliación, alianza y paz.

De una cultura de la fuerza a una cultura de la palabra. Al concluir el encuentro, los participantes acordaron multiplicar sus redes para intercambiar experiencias y fortalecer acciones.