En el país son muy escasos los sexólogos calificados, cálculos conservadores indican que los expertos en la materia son cerca de 300, y de éstos, sólo alrededor de un centenar nos dedicamos a dar terapia, expuso David Barrios Martínez, presidente del comité científico del octavo Congreso Nacional de Educación Sexual y Sexología, que se realizará desde este jueves y hasta el 22 de octubre próximo en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

En entrevista, el también integrante del Consejo de Calificación Profesional en Educación Sexual y Sexología (Capsex) lamentó que haya tan pocos especialistas en México, pero destacó que pese a esto, en todas las ramas de la disciplina –educación, divulgación, investigación y terapia– son muy reconocidos.

En el caso específico de la sexología clínica, dijo que el nivel de conocimientos y aptitudes de los terapeutas es muy alto, reconocido internacionalmente; aunque somos pocos, es en esta área en donde está el principal déficit.

El también presidente de la organización Caleidoscopía, reconoció que hay seudosexólogos, sobre todo en medios electrónicos, por ello la importancia de insistir en la profesionalización.

Con esto coincidió Luis Perelman Javnozon, presidente de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología (Femmess), quien manifestó: nos preocupa mucho la profesionalización, pues hay quien se dedica a estas labores como entretenimiento o a nivel de afición

Barrios Martínez advirtió que hay charlatanes o personas con insuficiente preparación que se ostentan como sexólogos, y a algunos los puedes ver en la televisión haciendo informerciales, otros haciendo comentarios fuera de tono, quizás algunos lo hacen de buena voluntad, pero con pocos conocimientos, y entonces desprestigian al gremio, porque la imagen que brindan es de personas insuficientemente calificadas, muy dadas a la mitificación y llenas de estereotipos y conceptos erróneos.

La mayoría de los especialistas cuentan con una carrera profesional, son médicos o sicólogos y han cursado posgrados en sexología reconocidos por la Secretaría de Educación, universidades y el Capsex. Esta última es una evaluación rigurosa entre pares, sin trámites burocráticos en alguna oficina administrativa o una dependencia, indicó Barrios.

Apuntó que a fin de que el paciente tenga la certeza de que está en manos profesionales debe confirmar que el sexólogo pertenece a la Femess o que está certificado en el Capsex o en alguna institución reconocida”.

Ambos indicaron que aunque en el país hay posgrados en sexología, la licenciatura no existe –a diferencia de lo que ocurre en la Universidad de Lovaina, Bélgica, que ofrece dicha carrera–. Perelman consideró: tenemos que hacer la sexología tan natural como cualquier otra carrera, hay cursos con temas en la materia, por ejemplo en las universidades Iberoamericana, de Guadalajara y en la Nacional Auntónoma de México, en donde no es obligatorio para la carrera de medicina, sino optativa.

Perelman expuso que en México debería haber especialistas calificados en todas las escuelas y clínicas de salud, pero estamos lejos de eso, nos falta mucho, así como establecer políticas públicas que permitan ejercer una sexualidad saludable, pero no se avanza, porque aunque tenemos conocimiento e investigación, nuestras actitudes están permeadas por prejuicios; se requiere educación.