Proyecto de Jorge Verdín y Los Mezcaleros de la Sierra, que fusiona electrónica y banda
Veo que hay una uniformidad bien cabrona en la escena actual; ahí no me meto, sería como darme un pinche balazo en la pata
, refirió el también integrante de Nortec Collective
Sábado 18 de agosto de 2012, p. 8
Guanajuato, Gto., 17 de agosto. El histórico teatro Juárez vibró con la música de Los Mezcaleros de la Sierra que fusionaron los sonidos de sus metales con las mezclas de Jorge Verdín y su proyecto Clorofila.
El recinto, sede de encuentros culturales mundiales, como el Festival Internacional Cervantino, vibró con el baile de quienes asistieron al concierto, la noche de este jueves.
¡Queremos bailar!
, gritaron unos jóvenes. La respuesta de Clorofila fue contundente: Bailen, pero no en las butacas
.
Así, poco a poco, el público fue dejando butacas e inhibiciones y comenzaron a danzar hasta llegar al frente del escenario.
Unos minutos antes del inicio del concierto, con chela en mano, “pa’ no olvidar Tijuana”, Jorge Verdín comentó que el único propósito de su proyecto musical es que la gente sea feliz y baile.
Clorofila tomó un giro interesante en el momento en que tuve que adopatar un formato alterno a Nortec Collective y entré en contacto con Los Mezcaleros de la Sierra, ensamble oaxaqueño de música de banda
, recordó mientras afinaban los últimos detalles para su presentación.
Sentado en el escenario, contemplado la majestuosidad del teatro del siglo XIX, dijo que la propuesta es fresca porque es música norteña interpretada por músicos de banda del sur de México.
Su manera de tocar metales es muy diferente a las bandas de Tijuana con las que tocaba. Nos costó trabajo acoplarnos; fue un poco difícil que se adaptaran a las pistas electrónicas
, reveló.
Agregó que está contento porque acaban de presentarse en Europa, donde amarramos más el proyecto
, porque Los Mezcaleros “ya hicieron suya la música electrónica. Esta es la primer tocada que tenemos en México, después de la gira en Europa. Estoy contento de estar en el teatro Juárez, un lugar tan importante”, dijo.
¡Yo no sé bailar!
Verdín aseguró que no busca fama, porque “hago música para bailar, ¡y yo no se bailar, güey!, no bailo. Quiero ver a la gente hacerlo, no aburrida, chateando en su teléfono, jugando Tetris…”
Reconoció que no conoce nuevos proyectos musicales en México, porque está metido en su trabajo, sin embargo, opina que lo que ha escuchado es muy homogéneo.
Uno de los problemas que veo es que hay una uniformidad bien cabrona; hay música comercial que suena igual. No me voy a meter ahí, porque es como darte tu mismo el pinche balazo en la pata
, refirió .
Después de una breve charla, el telón bajó y la gente comenzó a llenar el teatro Juárez, donde dejaron energía, corazón, vibra y sudor.