El Día de la Cultura Cubana fue celebrado aquí con la inauguración de la exposición Salón de la Plástica 2012: un saludo al 20 de octubre. Pequeños fragmentos de La Habana, los colores del trópico, la infancia dormida sobre el malecón, una insólita ciudad nevada y la sabiduría del dios Obatalá llegaron a la embajada de Cuba en México con la muestra que reúne óleos, acrílicos, fotografías y grabados de artistas de los dos países.

El canto para convocar a la Revolución fue el motivo de la celebración, se anunció. El 20 de octubre de 1968 se entonó por primera vez el Himno Nacional Cubano, música de Perucho Figueredo, mientras las tropas de Carlos Manuel de Céspedes tomaban la ciudad de Bayamo. Y cada año se celebra esta fecha como un símbolo de los ideales de la justicia social y la preservación de la soberanía.

Hoy celebramos el día de la cultura nacional, día que para nosotros es significativo, no sólo porque se cantó por primera vez el Himno Nacional, es decir, el canto para convocar a la Revolución. Se considera uno de los pilares de la cultura, que en nuestro país es la columna del proceso tanto de la historia, como de la Revolución, expresó el poeta Waldo Leyva, agregado cultural de la embajada cubana durante la apertura de la exposición.

Lo primero que hay defender es la cultura, decía Martí que es nuestro gran líder nacional, es uno de los grandes poetas y que tenía la palabra como arma de combate, mencionó Leyva en el Salón Granma de la sede diplomática. Tres grandes óleos a su espalda: al centro un barco desafiando al sol, y a cada lado los retratos de Fidel Castro y José Martí.

Creer que la utopía es posible

La reunión alrededor de artistas mexicanos y cubanos también fue ocasión para recordar a grandes pintores de la isla esenciales por sus aniversarios, como Marcelo Pogolotti, quien este año cumpliría 110 años; se recordó también a Mariano Rodríguez y Wifredo Lam, grandes creadores de la pintura cubana.

Una gran diversidad se reunió en la muestra, que concluirá el 23 de octubre. Artistas de diversas generaciones y estilos, pintura abstracta y figurativa. Por ejemplo, de reconocidos artistas nacidos en la isla caribeña, como Joel Jover, Ever Fonseca, Iris Leyva, Miguel Mariano Rodríguez y Lam. Destacó el joven Yoel Díaz, con Pilares de la navegación, un rostro barbado flotante entre el blanco y negro.

México está representado con la obra de la fotógrafa María Amparo Berumen, quien en un tríptico capturó un pedacito de La Habana vieja.

Y la música nacional, el objeto de celebración, se hizo presente no sólo con la entonación del himno cubano, sino con sones interpretados por el flautista Alberto Corrales, quien reveló que el creador del mambo verdadero fue Orestes López y no Dámaso Pérez Prado. El tamborileo del pie del concertista, el movimiento al ritmo del son, fueron prueba latente mientras hacía sonar su instrumento.

Sigamos creyendo que la utopía es posible, fue el llamado de Waldo Leyva, poco antes de abrir las puertas de la exposición que une al arte de México y Cuba, la cual puede visitarse en la embajada que se ubica en avenida Presidente Masaryk 554, colonia Polanco.