La prima ballerina assoluta de Cuba, Alicia Alonso, es la figura central de una exposición que reúne 17 obras del artista Landy Mesis, creadas con la técnica del trencadís (del catalán, roto), la cual fue inaugurada en un hotel de La Habana.

La muestra Alicia Alonso entre pirouettes de la Memoria II se presenta en el contexto del 23 Festival Internacional de Ballet habanero, con el cual se rinde tributo a la directora del Ballet Nacional de Cuba (BNC).

Las obras de mediano formato se caracterizan porque el artista recurrió a la técnica del trencadís –consistente en utilizar mosaicos creados a partir de fragmentos cerámicos– la cual es popular gracias a la arquitectura modernista catalana de Antonio Gaudí.

En la exposición, curada por Alejandro Condis, que desde el pasado miércoles se puede visitar en el hotel Parque Central, el artista aprovecha imágenes de Alonso que han circulado alrededor del orbe para transmitir esa sensación de constante reiteración de un grupo de estampas que han sido publicadas de manera infinita en múltiples medios.

En las piezas, detalló el curador, los rostros han sido completamente vaciados de tal modo que carecen de todo rasgo facial.

En esta exposición, explicó Condis, una vez más la figura de nuestra extraordinaria Alicia Alonso vuelve a convertirse en el motivo iconográfico que protagoniza una obra arte.

Landy Mesis, escribió Alejandro Condis para la presentación de la muestra, preocupado por el creciente vaciamiento que ha sufrido la esencia real de la personalidad de la diva cubana dentro del imaginario nacional, el artista cataliza mediante esta exposición una necesaria actividad reflexiva.

De formación autodidacta y con apenas 28 años, Mesis (La Habana, 1984) aprovecha imágenes de Alonso que han circulado por el mundo para transmitir una suerte de reiteración constante de un grupo de estampas publicadas en medios disímiles.

Los vestuarios también exhiben diversas subversiones, por lo cual lucen colores y diseños muy distintos a los originales.

Una vez más, Mesis recurre a la poco practicada, en nuestro ámbito, técnica del trencadís, en la cual parece haber encontrado el medio idóneo para configurar y transmitir sus pensamientos y experiencias más vitales, detalló Condis.

En Cuba, prosiguió, esta técnica es empleada sobre todo con fines artesanales y sólo en raras excepciones se detecta una genuina vocación artística, como en el caso de José Fuster, su practicamente más cimero.

La exposición incita a investigar los procesos y acontecimientos que convirtieron a la directora del BNC en estandarte de la danza mundial. Es la segunda edición de una muestra que, entre abril y mayo pasados, abrió el Museo Nacional de la Danza.

El festival de ballet reúne a compañías de nueve países y será reflejo del ballet del pasado y del ballet del futuro, dijo hace unos días Alicia Alonso.