Los tenores Plácido Domingo y Ramón Vargas ofrecieron anoche una función especial de la puesta en escena Simón Boccanegra, de Verdi, en la Ópera de Viena, para recaudar recursos en favor del combate a la pobreza en Austria.

El recinto elevó sus precios habituales de las categorías de entradas más caras: de 212 a 500 euros, de 185 a 350, y de 139 a 250, las cuales se vendieron casi todas. La diferencia se entregará a la organización Nein zu Arm und Krank (No a pobre y enfermo), la cual brinda asistencia y lucha contra la discriminación de personas en riesgo de exclusión social en un país con más de un millón de personas en peligro de caer en la pobreza.

Domingo representó el papel de Boccanegra, mientras Vargas, quien actuó como Gabriele Adorno, explicó a la prensa, que en América Latina los gobiernos piensan que la cultura es un lujo, por lo menos nuestros gobiernos. No lo ven como una cosa de primera necesidad. No se dan cuenta de que hay que sensibilizar a las personas a través de la cultura, del arte y de la educación, para que el mundo funcione mejor. La pobreza no está peleada con la cultura.

Domingo, quien celebra 45 años de su primera actuación en la Ópera de Viena, pidió que los artistas que usen su tirón popular en causas solidarias.