De última hora, la fondista Marisol Romero se enteró de que no la asistirá su entrenador Martín Núñez en el Mundial de Atletismo en Moscú porque así lo decidió la federación de la especialidad, pero eso no le impide llegar a un certamen con la ilusión de hacer una representación que me deje satisfecha en la final de 10 mil metros.

Toda una temporada con resultados más allá de lo esperado en mil 500, 5 mil y medio maratones tienen motivada a la doble campeona panamericana para llegar al compromiso de la justa rusa, donde estará en la pista el 11 de agosto peleando con africanas, europeas y asiáticas.

Pese a que no contará con su asesor, como sí lo tendrán los corredores Juan Luis Barrios, Diego Estrada y el saltador Luis Rivera, la mexiquense sabe lo que tiene que hacer en una carrera que será muy fuerte y rápida, además de que no deberá cometer el más mínimo error ni caer en la desesperación.

Esté mi entrenador o no, haré mi trabajo. Lo ideal sería que fuera, pero la federación dijo que no. Sin embargo, voy decidida a todo, a repetir o mejorar mi marca de 31.46, señaló la sargento segunda colocada en el lugar 19 del ranking mundial.

Romero realizó un campamento en Xalapa tras ganar el Campeonato Nacional de Morelia en 5 mil metros, sin dar la marca para el Mundial en otra de las pruebas que le habría gustado participar, por lo que se enfocó en los 10 mil, donde tendrá a rivales como la etiope Tirunesh Dibaba, campeona olímpica de la distancia.

Son corredoras fuertes y no se van a doblar, pero daré todo lo de mí y cruzaré la meta sin quedarme con nada para demostrar el trabajo que se hizo en la temporada, afirmó.