Política para apolíticos
BRICS: balcanización del Internet para contrarrestar espionaje de NSA
El poder de la Bolsa
Gas sarín en Chile
Las Alas de México en Berlín
Adiós a El Oasis
Los maestros Héctor Azar y Gabriel Zaid, creadores brillantes y taurófilos pensantes
unas horas de que el Legislativo discuta y dictamine la iniciativa de reforma fiscal presentada por la Presidencia y sus partidos aliados en el Pacto por México, se multiplican los indicios de que dicha reforma encierra más costos que beneficios para los sectores económicos y el conjunto de la población.
Lo que hay que hacer es reducir legisladores, dice
n buen espíritu político la igualación del número de mujeres y hombres en el parlamento no significa un avance. Lo que urge es disminuir el número de diputados y senadores, reduciéndolo a un tercio del actual. Con esto se corregiría en buena medida el amiguismo que conduce a la actual ridícula ineficiencia. Compactar las legislaturas reduciría a la vez el número excesivo de consejeros que en verdad son los profesionales en cada ramo y permitiría tener lo que urge: admitir sólo personas con capacidad para proponer las leyes que el país necesita con calidad adecuada, evitando así la palabrería ridícula de quienes no saben ni siquiera histórica e ideológicamente de qué están hablando. Los zánganos pululan y siempre salen caros. Para muestra la muy fea, muy defectuosa y costosísima torre del Senado.
l gasto público es un instrumento formidable de redistribución de la riqueza de la nación. Es el motor por excelencia de la economía. Casi todos los productores y distribuidores dependen del gasto del Estado. Es también el elemento que hace posible atender las necesidades de la colosal masa de necesitados de la sociedad y más todavía, cuando se dan desastres naturales, como se acaba de ver. Cuando el gobierno presenta iniciativas para aumentar los impuestos, todo mundo supone que es para atender esas ingentes necesidades. El problema es que eso no siempre es cierto.
uego de las manifestaciones que colmaron las calles de las principales ciudades brasileñas en junio y julio, parecía que las marchas seguirían hasta que algo ocurriese. Bueno, nada concreto ocurrió, y las marchas perdieron fuerza. Al mismo tiempo se registró otro fenómeno que pasó a ocupar las atenciones: grupos que salen a las calles destrozando todo lo que esté a su alcance. Así, el impacto de manifestaciones multitudinarias se desvanece mientras empieza a predominar el rechazo de la opinión pública a la actuación de grupos cuyos propósitos nadie parece entender.
s más barato no privatizar que hacerlo en obediencia a algún mandato externo o del más allá. Sin embargo, peor que caer en la venta de garaje que se propone como salvación nacional, es deslizarse o, mejor, desbarrancarse, en un abierto y hasta festivo desorden mental de los órganos del poder constituido. Así ocurre hoy y amenaza con agravarse a medida que las horas del reloj constitucional se cumplan y los líderes de las cámaras se vean en la necesidad de salvar
al país de una parálisis presupuestal al estilo estadunidense.
a caída económica se ha precipitado en diferentes ámbitos. A finales del año pasado se hablaba de un crecimiento de 3 por ciento, y hasta un poco más. Ahora incluso organismos internacionales hablan de 1.2 por ciento, y no se ve que la pendiente de la caída se vaya a detener.
e ha llamado la atención la propuesta presidencial de que los partidos políticos deben presentar, por lo menos, un 50 por ciento de candidatas mujeres. Me temo que es una propuesta demagógica.
ntre los graves efectos, para Washington de la guerra actual entre los dos partidos principales y de la parálisis del gobierno están, por supuesto, las posibles consecuencias de la cesación de pagos si hasta el 17 de este mes no logran ponerse de acuerdo para evitarla. Como los locos no comen vidrio
, pienso que, a ese respecto, ambos partidos, defensores por igual del capitalismo, y en particular del imperialismo yanqui, llegarán a último momento a un compromiso podrido que permitirá al gobierno estadunidense seguir endeudándose por unos años más. Pero, como medida preventiva, China y Japón (y en menor medida, la Unión Europea) presionan ya con inquietud creciente a los medios oficiales de Washington para asegurar el cobro de la deuda estadunidense, ya que son los principales poseedores de Bonos del Tesoro de ese país, y principales acreedores del mismo, y no quieren terminar pagando la disputa entre demócratas y republicanos. Los países exportadores de petróleo que abastecen a Washington (Venezuela, México) también están preocupados ya que una eventual cesación de pagos podría afectar gravemente sus economías, que dependen de las divisas que obtienen exportando combustible.
a reciente escaramuza Obama-Putin con respecto al excepcionalismo estadunidense volvió a encender el debate sobre la doctrina Obama: ¿se dirige el presidente hacia el aislacionismo o portará con orgullo la bandera del excepcionalismo?
a pregunta flota en el ambiente. ¿Cómo se va a lograr la disminución de los precios de electricidad? Sólo hay dos maneras: 1) incrementando los subsidios; 2) disminuyendo los costos de producción del fluido eléctrico. Lo primero iría en contra de todos los señalamientos actuales. Datos oficiales muestran que en 2012 se destinaron cerca de 100 mil millones de pesos para subsidiar a los consumidores, primordialmente residenciales, lo que alcanzó 0.65 por ciento del PIB y, muy probablemente, cerca de 0.75 por ciento del PIB este año. Una disminución de precios de energía eléctrica por esta vía sería muy delicada. Además de ir contra de lo señalado en junio por el mismo gobierno actual, justo en la presentación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC), cuando aseguró que era necesario racionalizar aún más el subsidio a los energéticos, entre ellos la electricidad, como medio de abatir las emisiones de gases de efecto invernadero, primordialmente CO2.
no de los festejos que más arraigo tuvieron en el país a partir de la llegada de los españoles y del ganado vacuno, fue la costumbre de lidiar reses bravas. Al paso de los siglos, en algunas regiones esa costumbre se convirtió en una tradición muy acendrada y, posteriormente, en parte del arte y la cultura de los pueblos.
ensé que lo más conveniente era seguir mi primer impulso y escribirte una carta, comentar a mi modo tu Teresa de Jesús, querida Olvido García Valdés.
na película sobre cinco septuagenarios en busca de un arreglo de con- vivencia doméstica que les permita hacer frente a los rigores de la edad avanzada y al fantasma de una muerte posiblemente cercana. Son cinco viejos amigos en Francia, progresistas y bien educados, tal vez compañeros de ruta de un lejano Mayo 68, decididos a vivir la vejez sin temor ni preocupaciones, gozando de la jubilación, controlando con serenidad los achaques físicos, ofreciéndose mutuamente las bondades de una solidaridad sin falla.