Opinión
Ver día anteriorJueves 27 de noviembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Dinero

Va a la baja el petróleo; sube el dólar

El FMI da un salvavidas al gobierno

Salario mínimo no subirá más de 2 pesos

Astillero

La demagogia tiene permiso

Discursos y planes propositivos

Cárdenas, escaramuzas grupales

En Cocula, ¿otros 30 desaparecidos?

Enrique Galván Ochoa
Julio Hernández López
México SA

Economía: coctel explosivo

Frágil inicio del tercer año

¿Y dónde está el complot?

De nuestras Jornadas

Grupo Modelo y los dogmas neoliberales

Carlos Fernández-Vega
La Jornada Zacatecas
Ciudad Perdida

Renuncia de Cárdenas al PRD

Decisión tardía, mensaje a tiempo

La estrategia de Mancera

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Demasiado tarde

Miguel Ángel Velázquez
Pedro Miguel
Ayotzinapa: dos meses
A

l cumplirse dos meses de la agresión sufrida por alumnos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, durante la que fueron asesinadas seis personas –tres normalistas y otros tres individuos– y 43 estudiantes fueron desaparecidos, México asiste al despliegue de una irritación y una movilización social que resultaban impensables antes del 26 de septiembre pasado, en tanto las instituciones enfrentan una crisis de credibilidad sin precedente en la historia moderna del país.

El Correo Ilustrado

Divulgadores de la ciencia, sobre Ayotzinapa

L

os comunicadores y divulgadores de la ciencia manifestamos nuestro más enérgico rechazo y condena a los acontecimientos de violencia e impunidad en la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, como a los que durante los últimos años nos han sacudido y conmovido en muchas partes del país.

La medalla Krieger, galardón por la democracia y la libertad
H

oy jueves 27 de noviembre, la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), por decisión unánime de sus ex presidentes y de la actual presidenta, Karla Micheel Sala, me otorga la prestigiada medalla correspondiente al año 2014, denominada Emilio Krieger, instituida en honor del fundador de esa democrática, comprometida y libre agrupación desde el año 2003. Ello representa un gran reconocimiento a nuestra lucha por la defensa y la promoción de los derechos sociales de los mexicanos.

México parlamentario: 1814 y 1914
I

nducida, genuina e incluso producto de la ficción, la pregunta de Sofía, la niña de 11 años hija de la actriz Karina Gidi, es pertinente: ¿Podemos quitar al presidente? Para una clase política formada en una cultura autoritaria, donde nada puede funcionar si no lo decide el jefe supremo –de donde nuestro ejecutivismo despótico–, la revocación de mandato es tabú.

Napoleón Gómez Urrutia
Abraham Nuncio
De infiltrados y provocadores
E

n la historia de México no han faltado los infiltrados. Uno de los primeros y más famosos fue el coronel Jesús Guajardo, el asesino de Emiliano Zapata. La táctica de ese militar fue ganarse la confianza de Zapata, so pretexto de que estaba contra Venustiano Carranza. Para lograrlo llegó al exceso de fusilar a media centena de sus propios soldados. Luego le puso la trampa de Chinameca al Caudillo del Sur. Guajardo fue ascendido a general por Carranza, además de recibir una cuantiosa suma de dinero por su exitosa misión. No fue un traidor, fue un infiltrado para liquidar al revolucionario.

La represión y una renuncia histórica
N

o hubo sorpresa. Después de una marcha multitudinaria ejemplar por la organización de sus filas, la protesta se vio enturbiada por la acción de los provocadores y la represión subsiguiente. Al concluir el acto en el Zócalo los infiltrados se dieron vuelo atacando a la guardia militar que protege la Puerta Mariana de Palacio Nacional, mientras los asistentes pedían a gritos pero sin éxito el cese de la violencia. Luego, las cargas policiales barrieron la plaza, deteniendo sin discriminar a decenas de asistentes que estaban en la manifestación pero sin participar en los actos violentos. La historia se repite: incomunicadas, golpeadas, las víctimas de las cargas policiales se convierten mediante un acto de autoridad en los culpables de instigar la desestabilización del país. Como en los viejos tiempos, las acusaciones parten de los mismos agentes del orden, destacadamente los granaderos, cuyo historial de arbitrariedades es tan amplio como la ineptitud de sus mandos para actuar sin violentar las reglas. A los 11 detenidos en cárceles federales se les acusa de los delitos de motín, asociación delictuosa y tentativa de homicidio, acusaciones que sólo se entienden como recurso para crear confusión y temor ante el caso Iguala-Ayotzinapa. Como dije aquí hace una semana, las autoridades locales y federales siempre aseguran tener identificados a los provocadores que actúan a plena luz del día, pero éstos nunca son los que se presentan ante el juez, lo cual refuerza la desconfianza y envenena el momento, con la obvia intención de cargar contra la movilización pacífica la responsabilidad por la ruptura del orden legal. Cierto es que a crear esas condiciones contribuyen los actos vandálicos y los llamados delirantes a enfrentar a la fuerza pública a los que poco importa que la protesta crezca incorporando nuevos contingentes pacíficos.

Octavio Rodríguez Araujo
Adolfo Sánchez Rebolledo
Entre lo dicho, lo hecho y por hacer
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eníamos el monstruo en casa y no nos dimos cuenta. Ni siquiera mi esposo, que el monstruo lo traía adentro, se dio cuenta. Es la historia de Teresa, una de las protagonistas de los monólogos de la obra Ferite a morte (Heridas a muerte), de la italiana Serena Dandini. La obra fue presentada en México el pasado 8 de noviembre en el Palacio de Bellas Artes. La ministra Olga María del Carmen Sánchez Cordero de García Villegas y la magistrada María del Carmen Alanís Figueroa, entre otras personalidades, hicieron propias las historias de mujeres víctimas de violencia y feminicidio, como Teresa, asesinada por el marido al séptimo mes de su quinto embarazo, después de años de violencia física, sexual y sicológica.

Ayotzinapa: salto al abismo
F

ue un abismo moral y político el que separó la feroz represión y criminalización desplegada por el régimen la noche del 20 de noviembre contra la inmensa y pacífica manifestación que le antecedió minutos antes, “pocas veces vista –si es que alguna vez– en esta ciudad de México” (A. Gilly La Jornada 24/11/14 p.1). Por tratarse de un masivo y arrollador movimiento pluriclasista, multi-cultural, de dimensión nacional y mundial encabezado por el reclamo de los padres de familia exigiendo la aparición con vida de sus 43 hijos, no extraña que coincidiera, en la mañana de ese día, con el anuncio de un préstamo de 350 millones de dólares del Banco Mundial (BM), que ahora aparece como una operación de rescate del PRI con la mira en las elecciones de 2015, al estar destinado para Prospera, principal palanca asistencialista/electorera al mando de Rosario Robles, que opera como policía social de un régimen que se hunde en Ayotzinapa.

Lilia Mónica López Benítez*
John Saxe-Fernández
Estado, monopolio de la violencia y legitimidad
M

ax Weber afirmó que el Estado ejerce el monopolio de la violencia por definición. Pero añadía que esa facultad debe cumplirse a través de un proceso de legitimación, que en el caso de las monarquías absolutas es aceptada por los subordinados como derecho divino; pero también puede provenir de un liderazgo carismático (los subordinados aceptan el poder basándose en la santidad, heroísmo o ejemplaridad de quien lo ejerce) o de una legitimidad racional (los subordinados aceptan el poder de acuerdo con motivaciones objetivas e impersonales) que deviene en sinónimo de legalidad. De una manera sencilla y más de un siglo antes, el lúcido Rousseau establece que la legitimidad la otorga la voluntad general de los sometidos al poder. Versión que se aviene con el concepto moderno de democracia como gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, feliz definición de Abraham Lincoln.

Ángel Guerra Cabrera