Ni te veo ni te oigo, dice Salinas a AMLO
El otro impuesto que pagan las empresas
#LadyGastalona
Videgaray, representante de Trump
Diplomacia sin esencia nacional
SRE: bipolaridad peñista
Margarita:ir como si nada
La OCDE recorta estimación de crecimiento
Gurría sueña con el despegue
México padece...
La peligrosa ignorancia
Preocupación constitucional
Alcaldías y dineros
Desproporción panista
Resplandor de palomitas
ras la muerte de Fidel Castro, el presidente electo estadunidense, Donald Trump, fiel a su estilo y sin escatimar brutalidad, condicionó la continuación del proceso de deshielo iniciado por los gobiernos de Barack Obama y Raúl Castro entre Washington y La Habana a que las autoridades de Cuba acepten renegociar un mejor acuerdo
; es decir, les exigió aceptar directrices injerencistas en materia de política interna.
No citó la palabra claroscuro, precisa Cuauhtémoc Cárdenas
stimada directora: Quiero referirme a la nota Partió el último de los grandes estadistas del siglo XX: Cárdenas
, del reportero Juan Carlos G. Partida, publicada en el ejemplar de La Jornada del domingo 27 de noviembre, en la que se dice, declaré “que Castro, como todo hombre, tuvo claroscuros en su vida, pero en lo general fue congruente y mantuvo su derrotero en medio de las ‘altas y bajas’ que se dieron en el mundo”.
idel y la libertad; y la igualdad y la fraternidad. Esa tríada que surge del pensamiento del Siglo de las Luces, pero que le lleva varias décadas en afincarse, con la Segunda República Francesa en 1848.
idel Castro es un mito, lo era antes de morir. Lo es en la doble acepción del concepto: como parte de una historia imaginaria en la que se deforman las verdaderas cualidades de una persona, y como elemento movilizador de la política en el que se sintetizan proyectos y anhelos colectivos.
edico esta colaboración al pueblo cubano y a Pablo González Casanova por las Lecciones de Fidel
y, las de él. Muy oportuno el texto Una historia para tratar de entender
, elaborado por el sub Galeano y el subcomandante insurgente Moisés, vocero y actual jefe del EZLN. Lectura obligada para quienes de buena fe se interesen en conocer y compartir la iniciativa en curso, que el Congreso Nacional Indígena está consultando con los pueblos y comunidades indígenas. El relato detallado sobre la gestación de la iniciativa da cuenta de una convicción política del EZLN que ciertamente no es la primera vez que pone en práctica. Recordemos su decisión histórica en el diálogo con el gobierno federal, de ceder la mesa a los pueblos indígenas del país para que fueran ellos los que en primera instancia discutieran sus propuestas sobre derecho y cultura indígena en coordinación con la comandancia indígena. Los acuerdos de San Andrés deben su relevancia a esa construcción y debate colectivo inédito.
ictador!, se llenan aquí la boca los de la democracia ficticia del haiga sido como haiga sido
; allá, los de la estirpe de Kissinger y las dictaduras militares. ¡Asesino!, gritan aquí quienes han permitido la tragedia de 150 mil muertos en 10 años; allá, quienes defienden la sangrienta política imperial y el bloqueo contra la revolución cubana. Las reacciones de Felipe Calderón o Jorge G. Castañeda aquí; las de Donald Trump o las damas de blanco
allá, lo reflejan claramente.
a llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y sus posibles efectos sobre México han provocado un fenómeno muy interesante en el medio científico de nuestro país, pues ha obligado a reflexionar sobre el curso que tomará la ciencia en aquella nación –por las posturas anticientíficas surgidas antes y durante la campaña del magnate–, pero, además, sobre sus posibles efectos en las relaciones científicas y tecnológicas con la nación con la que tenemos un importante intercambio de estudiantes, de personal altamente especializado y proyectos de investigación conjunta que involucran a instituciones académicas en los dos lados de una frontera donde ahora se pretende erigir un muro.
esde el fallecimiento del gran líder que volvió oscura la noche del viernes 25 de noviembre, empecé a recibir telefonemas que buscaban a mi primo hermano doble (llevamos exacamente los mismos apellidos: Antonio del Conde Pontones, El Cuate), quien fue partícipe en la revolución cubana, y yo recuerdo perfectamente el Año Nuevo de 1959, en que familiarmente festejamos el triunfo de la revolución.