Washington.

El gobierno federal de Estados Unidos quedó oficialmente cerrado a partir de la medianoche de este viernes, ante el fracaso de una tentativa en el Senado para aprobar una extensión del presupuesto federal por cuatro semanas, derrota política para Donald Trump, justo antes de cumplir su primer año en la presidencia.

En el Senado los republicanos tienen mayoría de 51 votos sobre 100, pero para aprobar la extensión del presupuesto requerían 60 votos; sin embargo, cuando el conteo superó 41 sufragios en contra se confirmó el hundimiento de la propuesta y el desánimo se tornó visible en el Congreso.

El principal impedimento para lograr un acuerdo fue que la minoría del Partido Demócrata tenía la intención de aprovechar los acuerdos presupuestarios para resolver el tema migratorio, y Trump y los republicanos insistían en aprobar partidas destinadas a la construcción de un muro fronterizo y dar mayores recursos al ejército.

Los demócratas exigían a cambio de su apoyo una solución legislativa para los casi 700 mil jóvenes indocumentados, la mayoría latinos, que han quedado en la cuerda floja desde que Trump canceló en septiembre pasado el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), con el que Barack Obama protegió a los llamados dreamers de la deportación.

La condición de Trump

La semana pasada, en una reunión sobre migración, Trump rechazó una propuesta bipartidista por no incluir suficiente dinero para la construcción del muro con México, condición puesta por Trump para firmar una solución para los dreamers.

Así, el gobierno parcialmente cerró sus puertas en el primer minuto del sábado. La Cámara de Representantes aprobó el jueves por la noche extender el presupuesto cuatro semanas, hasta el 16 de febrero, por 230 votos contra 197.

La perspectiva de un embarazoso cierre del gobierno motivó la intervención directa del presidente en las negociaciones, al punto de invitar de urgencia a la Casa Blanca al líder del Partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer.

La lucha para evitar una parálisis del gobierno de Estados Unidos se trasladó ayer al Senado, donde la oposición demócrata, ante el fracaso de las negociaciones sobre migración, prometió bloquear un proyecto de ley de financiamiento provisional.

Por la noche, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, instó a comenzar la votación a las 10 de la noche, con la intención de poner fin a las infructuosas negociaciones interpartidistas en un último intento por impedir el cierre del gobierno.

Con anterioridad, Trump presionó a los senadores demócratas antes de la votación del presupuesto, que se anunciaba muy ajustada, para evitar la parálisis de la administración federal y decidió no viajar a su residencia de Mar-a-Lago, Florida, este fin de semana y permanecer en Washington para coordinar las acciones de gobierno ante la posibilidad de un cierre, indicó la Casa Blanca.

Durante la votación el mandatario anticipó su fracaso en un tuit, en el cual advirtió que el panorama no se veía bien y acusó a los demócratas de querer el cierre del gobierno para disminuir el éxito de nuestra ley de reducción de impuestos.

Sin llegar a un acuerdo con Schumer, Trump calificó en un tuit su reunión de excelente y agregó que estaban trabajando en soluciones para la seguridad con McConnell y el presidente de la Cámara de Representantes, el también republicano Paul Ryan.

El magnate comenzó el día presionando a la bancada demócrata con un tuit: “La ley de presupuesto del gobierno fue aprobada la noche pasada en la Cámara de Representantes. Ahora se necesita a los demócratas para que se avale en el Senado –pero ellos quieren migración ilegal y fronteras débiles”.

El cierre del gobierno implica el paro de la mayoría de las agencias federales, parques nacionales y museos. Sólo se mantendrán servicios especiales y fuerzas de seguridad y armadas. Además, los trabajadores quedarán sin salarios y de permiso.

La última vez que ocurrió fue en 2013, durante el segundo mandato de Obama, por el rechazo de los republicanos a financiar el programa de salud denominado Obamacare y el gobierno federal permaneció cerrado 16 días.

En ese contexto, Trump apeló ante la Suprema Corte de Justicia de la decisión del juez William Alsup, de San Francisco, quien prohibió derogar el DACA.

Según un recurso presentado el jueves por la noche, abogados del Departamento de Justicia dijeron que el fallo del juez obliga a mantener vigente el DACA, a pesar de que han determinado que es ilegal.

El recurso presentado ante la Corte Suprema es inusual, porque falta que una corte de apelaciones falle sobre la decisión preliminar del juez Alsup. El Departamento de Justicia dice que si no interviene el alto tribunal, la decisión de Alsup podría seguir vigente más de un año.

En otro tema, Trump participó –en pantalla gigante– en la marcha anual del movimiento contra la interrupción voluntaria del embarazo Marcha por la Vida, en esta capital, convirtiéndose en el primer presidente en activo en manifestar un apoyo abierto a la causa antiaborto. Anteriormente sólo Ronald Reagan y George W. Bush hablaron por teléfono con activistas de la Marcha por la Vida.

Me siento honrado y muy orgulloso de ser el primer presidente en estar aquí con ustedes, desde la Casa Blanca, para dirigirme a la Marcha por la Vida, declaró a los manifestantes. Estamos con ustedes en todo el camino, añadió.