Domingo 2 de diciembre de 2018, p. a43
Monterrey está en semifinales con sentido práctico y el futbol necesario. Salvo algunos momentos de presión en contra, Rayados derrotó 2-0 (3-0 global) al campeón Santos, para meterse a las semifinales del torneo Apertura 2018.
Santos presionó al principio. Merodeó el gol. Pero la eficacia de Rayados fue incontenible y certera cuando lo necesitó para dejar en el césped al rival.
Las iniciativas santistas se esfumaban por centímetros o buenas intervenciones del arquero rayado Marcelo Barovero, incluso cuando pecó de ingenuo y arriesgó de más. Esto ocurrió durante una jugada en que Jonathan Rodríguez se quitó al defensa y obligó la salida del arquero, pero cuando tuvo a tiro la portería mandó la pelota por encima del travesaño y arruinó una buena oportunidad sin guardameta que pudiera atajar.
Barovero pasó minutos empleado a fondo por Santos. Osvaldo Martínez también espantó al arquero cuando le mandó un tiro que se dirigía hacia dentro, pero que éste envió arriba el balón con una estirada.
Momentos de desesperación
Cuando Monterrey empezó a reaccionar, vivió momentos de de-sesperación. Avilés Hurtado, por ejemplo, tuvo una gran jugada, en un momento en que se escapó a toda velocidad y con Matheus Doria como escolta pisándole los talones. El colombiano entró al área y sintió el ligero contacto de Doria; se dejó caer para reclamar un penal. El árbitro no mordió el anzuelo y no concedió la presunta falta. Hurtado manoteaba histriónico pidiendo la revisión del VAR.
Después del descanso, el segundo tiempo fue el del despertar Rayado. Brian Lozano metió un trazo al área para Julio Furch, quien adelantado quiso sorprender a Barovero; la encajó, pero el asistente alzó la bandera para anular el gol y fastidiar la celebración ilusoria.
Casi de inmediato, una jugada distante, un cobro demasiado lejos para representar peligro. Carlos Rodríguez la envió al área y Nicolás Sánchez, de espaldas a la portería, remató a primer poste para abrir el marcador y meter en aprietos a Santos al minuto 54.
Lo que siguió después fue obra de la confianza y el entusiasmo, pero Monterrey se veía cada vez más resuelto. Avilés Hurtado dominó la pelota en el área, uno, dos, tres toques, preciosistas, y quedó lista para que Rogelio Funes Mori se barriera y la empujara desde el poste derecho para el 2-0 al minuto 58.
El silbatazo sirvió para que Rayados celebrara lo que sabía desde varios minutos antes, mientras los santistas derramaron lágrimas de rabia e impotencia.