Entre exigencias, movilizaciones y protestas, ayer se conmemoraron los sismos del 19 septiembre de 1985 y 2017 en la Ciudad de México. También se recordó a quienes murieron entre los escombros al quedar atrapados en el colegio Enrique Rébsamen, los predios de Álvaro Obregón 286, Chimalpopoca 168 y el Multifamiliar Tlalpan, donde se registraron los mayores decesos hace tres años.

Desde temprano, las familias que habitaron las torres de departamentos en Tlalpan 550 bloquearon la avenida Insurgentes Sur, a la altura del Eje 7 Félix Cuevas, para exigir un proyecto integral que permita rehabilitar los 390 departamentos, que con tan sólo cinco de años de haberse construido quedaron inhabitables tras el sismo.

Durante el mitin pidieron sancionar a la inmobiliaria que con materiales precarios y sin atender las normas de construcción edificó 17 torres de departamentos, así como la condonación de sus hipotecas.

En el colegio Enrique Rébsamen, padres de algunos pequeños que fallecieron, nuevamente llegaron a exigir justicia, porque no es sólo Mónica García Villegas a quien culpan, pues dicen que también hay directores responsables de obra y funcionarios.

Con ofrendas florales, veladoras y ceremonias religiosas se recodaron a las víctimas mortales de Álvaro Obregón 286, Chimalpopoca 168, Emiliano Zapata 56, así como en el centro de San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco, y Coquimbo 911, Lindavista, donde con el puño en alto se guardó un minuto de silencio.

Los damnificados del Multifamiliar Tlalpan, tras realizar la conmemoración a las cuatro de la tarde con habitantes de las demarcaciones afectadas, marcharon de avenida del Taller al Zócalo, sobre calzada de Tlalpan, donde manifestaron que los resultados que dieron a conocer no coinciden con los mismos que hicieron públicos y que hasta el momento no hay sanción a las empresas ni a funcionarios que cometieron actos de corrupción.

En Tlatelolco, el Movimiento Urbano Popular también recordó a los muertos por el terremoto de 1985 y las exigencias y denuncias se unificaron con las voces de los damnificados que criticaron el trabajo del comisionado para la Reconstrucción César Cravioto, y pidieron su destitución ante la indolencia e incapacidad que ha mostrado para atender a las víctimas de los sismos.

Por otra parte, la Cruz Roja Mexicana realizó una ceremonia luctuosa para honrar la memoria de las personas que fallecieron en el sismo de 1985, en la que participaron 50 voluntarios.