Rechazan banqueros hacer quitas a deudores // Cliente por cliente, los arreglos // Me voy a Palenque
si lo pide una manifestación de 100 mil personas
Opción Palenque (La Chingada) // ¿Con 100 mil y encuestas? // Provocación y represión // Fideicomisos a extinguir
La obscena bursatilización de las vacunas anglosajonas
Crisis: ¿quién pierde, quién gana?// Precarización y multimillonarios
a semana pasada, en este espacio se saludó el anuncio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores sobre un plan de apoyo a los deudores de la banca que han visto mermados sus ingresos debido a las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19.
Patética agresión de las mujeres a las policías
n las recientes manifestaciones mujeres armadas con picos y martillos y variopintos arsenales, además de encapuchadas, han salido a externar su odio al patriarcado, lo que me hizo recordar a los obreros, que en los albores del capitalismo, en el contexto del cambio de siglo XIX al XX salían a destrozar máquinas culpables de su horrible vida, sin entender que el enemigo no estaba ahí.
ace unos días murió, de avanzado cáncer, una mujer que fue un referente de las leyes: Ruth Bader Ginsburg, ministra de la Corte Suprema de Estados Unidos de América. Sufrió, intensamente y en carne propia, los efectos de una arraigada y extendida cultura discriminatoria de su país. Las grandes escuelas de la Ive League del este estadunidense tenían rigurosas cuotas de admisión, tanto para judíos como para mujeres. Dos injustas rémoras
que ella acarreaba. A pesar de ello, pudo acceder a la escuela de derecho de la Universidad Harvard. Ella y su esposo cursaron, con dificultades adicionales, las materias requeridas para terminar su propósito. Ella tuvo que suspender el último año y completar sus créditos, en la Universidad de Columbia, en Nueva York. En aquellos días las mujeres no recibían grados de Harvard, aunque estudiaran, igual que los hombres, los mismos cursos: ellas los obtenían de Radcliffe College, la escuela para mujeres. Una diferencia notable en la categoría e importancia de dichos diplomas. Ginsburg regresaría, años después, para terminar sus créditos y recibir, finalmente, su pendiente diploma.
ara Joe Biden, ser un candidato demócrata y católico a la presidencia tiene sus riesgos. Como creyente guarda los preceptos religiosos, pero sostiene no acatar los principios doctrinales de la Iglesia ni seguir las instrucciones pontificales ni de autoridad religiosa alguna. Biden sigue la línea trazada por John F. Kennedy que en los años sesenta los protestantes temían su docilidad ante Roma. Como respuesta tajante, el candidato Kennedy dijo en un discurso en Texas: “Creo en una América donde la separación de iglesias y Estado es absoluta, donde no hay prelado católico que induzca al presidente, si éste es católico, a cómo actuar; y a ningún pastor protestante induciendo a su rebaño por quién votar... Creo en un presidente cuyas opiniones religiosas son una cuestión privada” ( Remarks to an Assembly of Preachers in Houston, Texas, New York Times, 13/9/1960, p. 22). Este mismo posicionamiento, asumido por Biden es importante, porque en Estados Unidos lo religioso juega un papel cada vez más relevante en la vida política. En un país con un universo religioso tan diverso, las iglesias no sólo son portadoras de salvación, sino de conciencia social y política. Las razas y las diversas culturas en Estados Unidos encuentran cobijo bajo la identidad que ofrecen las adscripciones religiosas.
uchas veces, cuando reviso el Twitter, aparecen fotos de personas desaparecidas. Casi siempre son mujeres. A veces hombres. Casi siempre jóvenes. Se busca.
Cualquier información, por favor llame a...
La buscamos desesperadamente.
Mi prima.
Mi hija.
El Twitter de hoy lleva un mensaje reportando a cinco mujeres desaparecidas en San Martín Texmelucan...
no. ¿En qué momento el poder político empezó a distorsionar la verdad, optando por la mediáticamente llamada posverdad
? Sabemos, en cambio, que la verdad del poder fue pensada en 1513, año en que Nicolás Maquiavelo (Florencia, 1469-1527) escribió El príncipe.