or minoritaria y por su natalicio tapatío, entre muchas otras cualidades que resultaría demasiado largo mencionar, guardo aguzada simpatía por la iglesia llamada La Luz del Mundo, por muchos de sus fieles y algunos de sus dirigentes.
Frente al dos veces milenario cristianismo, la casi centenaria
religión puede resultar insignificante, pero es tal el crecimiento habido durante el último medio siglo, en especial por el mundo latino, incluyendo el que corresponde a Estados Unidos y Canadá, que su presencia resulta ser cada vez más significativa.
Ahora parece ir viento en popa, pero la intolerancia endémica de muchos católicos que suponen que la suya es la única que vale la pena y que las demás no tienen derecho a existir, ha dado lugar a que, en el pasado, haya tenido no pocos contratiempos.
No obstante, en Guadalajara, a pesar de haber sido tan beata
, según se dice, encontró el respeto y hasta un cierto respaldo gubernamental y, claro, también de otros sectores que, en algún momento y de diferentes maneras, hemos sido sus víctimas y padecido el encono de grupos muy radicales adheridos a la Iglesia católica.
Es el caso que, actualmente, como ya dije, hace cuatro semanas, en estas mismas páginas, que su feligresía alrededor del mundo –pero mayormente en Guadalajara, el resto de México y también del mundo hispanohablante– sobrepasa ya los seis millones. Ello vale reiterarlo, a pesar de algunas trapacerías de que ha sido víctima. Y, además, todo indica que el número sigue creciendo.
Una de las peores agresiones es la que le montó un miembro distinguido de una agrupación católica muy importante que, además, era un encumbrado personaje del Poder Judicial californiano y ahora lo es todo el gobierno pillastre que manda en la Casa Blanca.
Es decir, forma parte de los jijos de la trumpada
. El resultado es que el líder de toda la iglesia lleva tiempo injustamente en una cárcel de California y a algunos no se nos ha permitido ni siquiera pasar a saludarlo.
Hay incluso lugares como Honduras donde se dice que este credo es mayoritario, lo mismo que en algunas partes importantes de países mayores, como es el caso de la región de Medellín en Colombia. No en vano, dicha población se está convirtiendo ya en una suerte de segunda capital de la Luz del Mundo con injerencia especial en el norte de Sudamérica y el Caribe.
Mañana, día 10 de agosto, en la gran colonia llamada Hermosa Provincia
al oriente de Guadalajara, misma que ya hace mucho que alcanzó una gran relevancia, como corresponde a su rol principal, se llevará a cabo la principal celebración anual.
Pero cabe subrayar que esta ocasión tiene un significado mayor, pues alentados por el culto general al sistema métrico decimal, comenzará un año de intensas actividades por doquier para celebrar que en 2026 se cumplirá un siglo exacto del natalicio de la práctica organizada de dicho credo en la Perla de Occidente.
Obviamente, los periódicos de ese tiempo no dieron noticia alguna de ello. Su origen no podía ser más modesto, pero lo importante y notable es que no tardó mucho en hacerse sentir y, apenas tres décadas después, el ayuntamiento de Guadalajara le cedía un predio cacahuatero medio abandonado, sito al oriente, para que ahí se estableciera formalmente su sede principal.
La celebración se realiza en el templo principal, construido en los años 80, mismo que se halla en el centro de la Hermosa Provincia
y, dicho sea de paso, tiene un extraordinario valor artístico que, como sucede con algunos templos católicos, alientan también a los visitantes a apreciar su valor estético y arquitectónico.
Asimismo, muchos que no comparten su religión, no dejan de admirar el equilibrio socioeconómico que prevalece en la colonia, donde nadie es tan pobre ni tan rico
, pero todos gozan de los servicios indispensables que merece cualquier citadino en nuestra época, tanto médicos, como sociales y culturales. Lo que Benito Juárez, personaje que ellos respetan mucho, llamó la decente medianía
.
Sea como sea, mañana, el oriente de Guadalajara se engalanará con el principio de una gran celebración del primer centenario de vida de la Iglesia llamada La Luz del Mundo, misma que fundó un señor natural del norte de Jalisco, quien llegó procedente de Monterrey, y se ha extendido ya por una buena parte del mundo.