Alzamiento narco
Felipe guerrea... en el PAN
Diplomacia (también) fallida
Última oportunidad para huir a Canadá
La rebelión de los azules
Banamex, HSBC
La defunción muy anunciada del G-8 (y del G-5)
Paquete económico 2010, en medio de las crisis
No se tocarán privilegios de empresas
l pasado lunes, el gobierno de Canadá informó su decisión de exigir visa a los mexicanos que pretendan ingresar a su territorio. El anuncio se produjo horas antes de que la medida entrara en vigor –a partir de las 23 horas de anteayer–, lo cual generó una comprensible molestia entre los cientos de personas que pensaban viajar a ese país y que se vieron en la necesidad de retrasar o incluso suspender sus planes.
La Corte y el caso de la guardería
n el país de la simulación, ¡no te hagas el sueco!
n Honduras y América Latina el enemigo es, cómo no, Hugo Chávez y la revolución bolivariana. Y antes de Hugo, Fidel y la revolución cubana. Y antes, los chicos de Moscú. Y antes, los nacionalistas populares. Y antes, los liberales desmelenados. Y antes, los caudillos de la independencia. Y siempre, ayer y hoy, los pueblos de color
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i acaso la palabra alma puede aplicarse a los políticos, creo que a muchas personas les gustaría ejercer ese oficio. La razón es simple: no tendrían que cuestionarse las implicaciones de ese modus vivendi. Aunque la ética es la mejor invención de la condición humana, sus derroteros no suelen gustar a todos, amén de que sus interpretaciones suelen variar enormemente. Basta recordar, dentro de una miríada de ejemplos, el reciente affaire de la Iglesia católica cuando aseveró que abortar es peor que ser sacerdote pedófilo, o bien, las vejaciones llevadas a cabo en el centro de tortura de Guantánamo por George W. Bush, avaladas por su gabinete y buena parte del pueblo estadunidense.
n varias poblaciones del país persiste la intolerancia religiosa. En el último mes, por ejemplo, La Jornada ha documentado casos en Chiapas, Hidalgo y Jalisco, donde indígenas evangélicos son amagados y sancionados por los tradicionalistas debido a que no aceptan cargos ligados con la religiosidad tradicional ni contribuyen económicamente para las festividades asociadas de alguna manera al catolicismo.
as pasadas elecciones se dirimieron sobre una enorme capa de tragedias: casi tres décadas de raquítico crecimiento continuado, violencia creciente que remata con una caída dramática del PIB en el primer semestre de 2009. Terrible situación que amenaza con extenderse más allá de lo previsible, contrariando los infantiles y tramposos pronósticos oficiales. La mayor debacle económica que se recuerde en el México posrevolucionario. Y, con este telón de fondo, cruento para millones de ciudadanos, la derecha, apeñuscada en su partido predilecto (PAN), mostró las debilidades que la caracterizan: nulo contacto y desprecio por las mayorías de abajo, visiones constreñidas a una clase social específica (los suyos), ignorancia y soberbia, ambiciones desatadas por enriquecerse y una inoperancia completa en el manejo de los asuntos públicos. Nueve años en posesión del Ejecutivo federal han sido suficientes para que esta derecha saque a relucir sus alebrestadas limitaciones.
a crisis financiera y económica que estalla en 2007-08 no puede entenderse sin un análisis histórico del capitalismo a lo largo del siglo XX. Esa referencia la proporciona Giovanni Erigí, economista italiano y profesor de la Universidad Johns Hopkins, fallecido recientemente en la ciudad de Baltimore. Su obra El Largo Siglo XX es un extraordinario edificio intelectual que abarca 500 años de una historia cuyos personajes centrales son los ciclos de acumulación de capital. Es lectura obligada para entender no sólo la crisis actual, sino el punto de inflexión del capitalismo mundial.
urante los atardeceres de verano, cuando la brisa surgida de la sombra naciente perfora la piedra de aire endurecido y cesa ese andar a ciegas, andar inmóvil en el aire inmóvil
, la canícula vencida por la noche, las caminatas en el laberinto de callejuelas de la ciudad de París invitan al extravío. Y no sólo de los sentidos de las calles, también el de mis cinco sentidos, para no contar el del humor, el de ese otro que llaman la intuición atribuida al femenino género y, en fin, el del simple doble sentido.