La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) rechazó las voces de alarma respecto de una supuesta alza generalizada de precios o un repunte inflacionario, y afirmó que los aumentos a algunos productos en el mercado nacional responden a incrementos internacionales a productos primarios derivados, a su vez por problemas climatológicos en algunos países y a un ajuste que suele ser normal a principios de año.

La dependencia descartó una intervención gubernamental para controlar las alzas, porque se distorsiona la información que transmiten los precios sólo generando escasez. Y a final de cuentas no hay bien más caro que el que no hay.

La dependencia federal fijó su posición en el informe semanal de su vocería, en el cual afirma que el año pasado se presentó una situación similar por la reforma tributaria, la cual contemplaba aumentos a algunos impuestos y la disminución al subsidio de las gasolinas, que sólo tuvieron impacto transitorio.

Coincidió con la posición del Banco de México (BdeM) expresada el viernes pasado. El instituto central manifestó que si bien en fecha reciente ha sido notorio el aumento de los precios a algunos productos en la economía nacional, varios de ellos en respuesta al alza de los precios internacionales de productos primarios, cabe señalar que, primero, muchas de esas revisiones de precios son usuales a principios de año; segundo, a partir de este mes se están desvaneciendo los efectos sobre la inflación anual que se registraron a comienzos del año anterior, a raíz tanto de las modificaciones fiscales de 2010 como del incremento en algunas tarifas determinadas por gobiernos locales. Finalmente, la apreciación del tipo de cambio ha compensado en parte los efectos al alza de los incrementos en los precios internacionales de diversas materias primas. De ahí que se siga esperando que la inflación general anual retome una clara tendencia descendente en 2011.

La SHCP, para la que no existe escalada de precios, recordó la situación similar registrada al arranque de 2010, cuando el miedo provino del impacto de la reforma tributaria, que incluía aumento a las tasas de IVA, IEPS e ISR, impuesto a las telecomunicaciones, reducción al subsidio de las gasolinas y aumentos a algunas tarifas, como del transporte público. El año pasado, afirmó la dependencia, se corroboró la posición de la SHCP al considerar que las condiciones de holgura de la economía contribuirían a atenuar el traslado de los ajustes fiscales y de las tarifas públicas a los precios al consumidor.