Amigos y colegas se preparaban para celebrar este año el centenario del maestro Manuel Esperón. Con motivo del anuncio del homenaje nacional que la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) prometió para el próximo agosto, hace un mes, diversos personajes del mundo del espectáculo manifestaron su afecto por el prolífico compositor, quien musicalizó más de 500 películas de la Época de Oro del cine nacional.

Ante la noticia, Felipe Gil, vicepresidente de esa asociación, manifestó a La Jornada su respeto y admiración por quien desde hace años fue vicepresidente honorario del gremio: “Es uno de los hombres que más he admirado, del que aprendí mucho. Era uno de los mejores compositores de nuestro país y una de las figuras señeras del cine mexicano. Nos mostró el gustó por la vida, por la alegría, por las cosas bellas; nos deja un legado para la eternidad en la música nacional.

“Es un icono del cine de la Época de Oro, el prototipo de la música que conoció el mundo, la imagen de México. Queda para la historia. Deja páginas indelebles en el cancionero popular mexicano, al lado de poetas como Ricardo El Vate López Méndez, Ernesto Cortázar y Zacarías Gómez Urquiza. Fue pionero en el cine mexicano, desde La mujer del puerto, que musicalizó cuando tenía 22 años.”

Por su parte, la actriz y bailarina Yolanda Montes, Tongolele, recordó que estuvieron juntos en muchos actos: Siempre fue muy cariñoso, muy caballero. Dedicado a la música toda su vida y uno de los mejores compositores, sobre todo del cine mexicano. Es una gran pérdida. Lo apreciaba mucho. Nos admirábamos mutamente. Iba a cumplir 100 años, y tan lúcido.

El maestro Esperón fue reconocido por colegas compositores como José Ángel Espinoza Aragón, Ferrusquilla, quien en enero señaló: Admiro tanto la obra del maestro que lo envidio. A Esperón lo conozco desde hace mucho años, desde que era cómico.

Ferrusquilla recordó que Esperón tocaba el piano en un trío con Panseco y Míster Li. “También tenía intervenciones habladas. Era muy joven, y ya usaba la boina que lo caracteriza. Me tocó ser su compañero en la directiva de la SACM, cuando fui aceptado y examinado por Tata Nacho. La creación de la música de fondo de más de 500 películas acreditan su talento. Es admirable su trabajo como arreglista, pues ha dado alcances sinfónicos a canciones populares.

“Debe quedar claro que él no es improvisado: es un señor músico y siente lo popular. La que a mí me impresiona más es la que se llama No volveré, por la frase: ‘En el tren de la ausencia me voy’. ¡Qué melodía tan bonita! Las letras, en su mayor parte, las escribía un señor de Tampico de apellido Cortázar. Hicieron un dueto famosísimo. Al fallecer Cortázar, Esperón trabajó con Pedro de Urdimalas, quien fue el escritor de todo mi material cómico de radio y televisión. Él hizo los argumentos de varias películas a petición de Ismael Rodríguez.”

La actriz Irma Dorantes, quien fue esposa de Pedro Infante, y a quien éste cantaba Amorcito corazón, comentó hace unas semanas acerca de Esperón: “Ahora que vemos en la televisión las películas que musicalizó, sorprenden por su capacidad y su calidad. En el caso de Amorcito corazón, es algo muy especial y personal. A Esperón lo he querido toda mi vida”.

Felipe Gil relató a La Jornada una anécdota ocurrida también a principios de año, entre Esperón y Martín Urieta, creador de Mujeres divinas y de Acá entre nos. Urieta le dijo a Esperón: Maestro, le vamos a hacer un festejo como no tiene usted idea. Don Manuel le contestó: Pues a ver si llegas.

Por su parte, Juan Arturo Brennan, compositor y crítico de música, consideró la importancia fundamental de Manuel Esperón: “es que una parte mayoritaria de lo que compuso se volvió música auténticamente popular, de arraigo popular automático, sin necesidad de promoción mediática y cosas así. Esa popularidad auténtica y de raíz verdadera marcó la mayor parte de su producción.

Me parece muy importante que una proporción sustancial de su música que se conoce y difunde, tiene que ver con el cine nacional, por lo que creo sería posible trazar una historia parcial, digamos, una historia mínima de cierta época del cine mexicano mediante la música y las canciones que él escribió para nuestra cinematografía.

Durante la edición número 26 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), que tendrá lugar del 25 de marzo al primero de abril, se realizará un homenaje a Manuel Esperón por su aportación a la industria fílmica y la cultura popular del país.

En ese encuentro, la flautista Elena Durán ofrecerá un concierto que llevará por nombre Amorcito corazón.

(Con información de Merry Mac Masters, Mónica Mateos, Carlos Paul y Reyes Martínez)