APARECIERON en la escena rockera como todo lo que los padres no
querían que sus hijos fueran: unos mozalbetes melenudos, fachosos,
cínicos y mal hablados, lidereados por Mick Jagger, la encarnación del
mismísimo Lucifer. En aquel entonces, la prensa cumplía con su papel
de advertir sobre la amenaza: ``¿Dejaría usted que su hija se casara
con uno de ellos?''. Ellos, los Rolling Stones, con su aire todavía
adolescente, desfachatado y desafiante que, por si fuera poco,
cantaban música de negros.
HOY, 35 años y millones de dólares después, las Piedras se han ganado
la nominación como ``la banda de rock más grande del
mundo''. Consagrados por la industria, aclamados por tres generaciones
de seguidores, pasean sin contratiempos su fama y su prestigio por
todo el mundo. Mick Jagger ya es abuelo y miembro distinguido del jet
set internacional. Son el grupo que más boletos vende para sus
conciertos, y es seguro que a ningún padre responsable le desagradaría
ver a su hija, anillo de compromiso mediante, compartiendo las cuentas
bancarias de Jagger, Keith Richards, Charlie Watts o Ron Wood,
actuales integrantes del grupo. No obstante y merecidamente, ''Sus
Satánicas Majestades`` siguen convocando a miles a sus conciertos. La
única pregunta pertienente a estas alturas es:
La vigorosa vigencia
del blues Pablo Espinoza | Angélica María Mónica Mateos |
Por qué me pasan... José Agustín | Yo fui primero que
los Rolling Cesar Costa |
Los Stones de petatiux? El Tri |