Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 21 de septiembre de 2008 Num: 707

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Intermisiones
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

En este lugar sueño y amanecer
KATERINA ANGUELAKI-ROUK

Carta abierta a Jane Austen
RICARDO BADA

Vida y teatro
ESTELA LEÑERO FRANCO

Un inédito de Rimbaud
Nota de MARCO ANTONIO CAMPOS

Cruce de lenguas en el sur
ESTHER ANDRADI entrevista con GLORIA DÜNKLER

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Columnas:
La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Corporal
MANUEL STEPHENS

El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ

Cabezalcubo
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Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO

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Oído sediento para oídos sedientos

¿Qué mejor nombre para un sello discográfico que Thirsty Ear? “Oído sediento”, aventura iniciada en Estados Unidos a finales de los años setenta como una agencia de mercadeo especializada en músicas alternativas e independientes, mucho antes de que tales conceptos se utilizaran en el argot de la industria. Contratada por sellos mayores que ignoraban cómo vender a artistas de la talla de David Bowie, The Talking Heads o The Police, sus bonos como compañía subieron durante dos décadas hasta cruzar el Atlántico e infectar Inglaterra, donde continuó su respetada fama.

Sin embargo, Thirsty Ear se convertiría en disquera hasta 1990 para asociarse con el legendario cantante de rock y actor Henry Rollins, así como con el tecladista de jazz Matthew Shipp, quien se haría cargo de la elogiada Blue Series, una serie de grabaciones inteligentes, con ideales parecidos a los de sellos como Blue Note y ecm por su claridad conceptual, por su congruencia y por un riesgo que persiste, aunque la mayoría de sus apuestas resulten desconocidas hasta para melómanos avezados en música contemporánea.

De lo que se trata, según parece, es de que la empresa sea tan importante como quienes la nutren, fortaleciéndose con su suma, igual que esas editoriales independientes en las que confían muchos consumidores de libros de culto. A continuación, ocho ejemplos de compositores más o menos conocidos, todos recomendables para conocer algunos de los mejores y más ocultos cancioneros instrumentales de nuestro presente.


Trey Gunn

Charlie Hunter: Guitarrista heterodoxo nacido en Rhode Island en 1968, Hunter se ha dado a conocer por la ejecución de guitarras de ocho cuerdas en las que se combina la tesitura tradicional del instrumento con la de un bajo pulsado por su virtuoso pulgar. Más allá de eso, el compositor destaca gracias a un estilo fresco, emparentado con el rock en el que llaman la atención sus dúos con bateristas como Leon Parker y Bobby Previte. Por cierto, ya tocó una vez en el Zinco Bar del DF.

DJ Spooky: Nacido hace treinta y ocho años en Washington, el Subliminal Kid es famoso por un apetito que abreva en géneros experimentales y de jazz. Poeta, dj y teórico musical, ha superado el típico ambiente de las tornamesas para compartir escenario con la Sun Ra Arkestra lo mismo que con el furioso baterista de metal Dave Lombardo (Slayer), con quien ha editado dos álbumes: Drums of Death y B Sides Wins Again.

Sex Mob: Hablamos de un jazz sofisticado armónica y melódicamente, pero basado en grooves rítmicos contagiosos. Así lo prueba Sexotica, nominado a un Grammy como mejor álbum de jazz contemporáneo.

Tim Berne: Con cincuenta y cuatro años de edad, este neoyorquino es probablemente el más interesante saxofonista americano del movimiento noise (si es que tal cosa existe). Escucharlo puede recordar lo hecho por John Zorn en el sello Tzadik, aunque para muchos resulte más interesante por la constancia que ha tenido al lado del guitarrista Marc Ducret y del baterista Tom Rainey en la Science Friction Band. Souls Saved Hear es su último cd para Thirsty Ear.

Nils Petter Molvaer: Trompetista noruego nacido hace cuarenta y ocho años, en sus discos plasma el fuego de la improvisación del jazz clásico con la frialdad de la electrónica europea. Luego de una larga estadía en el sello ECM, Thirsty Ear lo reclutó para lanzar en Estados Unidos An American Compilation. Hay que decir que Molvaer tocó ya en algún ciclo del Centro Nacional de las Artes de México.

Vernon Reid: Lejos de su origen al lado de Living Colour, este guitarrista inglés crecido en Brooklyn se unió a las filas de los músicos marginales con proyectos como de The Black Rock Coalition, y partició en grabaciones con el baterista Ronald Shannon Jackson durante los ochenta. Recientemente se unió al dj Logic para su disco The Tao of Yo, editado en Thirsty Ear.

KTU: Trío peculiar, en él convergen las figuras del baterista Pat Mastelotto, el Warr guitarrista Trey Gunn y el acordeonista islandés Kimmo Pohjonen. Los dos primeros fueron integrantes de King Crimson por mucho tiempo. El último es un compositor que ha llevado la música nórdica a los terrenos del rock, el progresivo y el punk. Su único disco se llama Armed Monkey.

William Parker: Contrabajista y compositor, Parker no sólo es una de las máximas leyendas del free-jazz neoyorquino, sino punta de lanza del sello Thirsty Ear. Tras su alianza con el pianista experimental Cecil Taylor en los setenta, cayó en el olvido para finalmente ser revalorado en la última década y grabar numerosos discos entre los que recomendamos Scrapbook.