Cervantes no será fiscal
Absolvieron a Anaya y Moreno Valle
Los mejores estados para hacer negocios
Peña ante espejo veracruzano
Fiscalías (guardaespaldas) transexenales
¿Premio a Rubido, el de la fuga?
Alonso: de Zacatecas a Fonatur
Orígenes del trumpismo desde el siglo XVII y su Estado supremacista blanco
del siglo XXI
Cuba y su economía
Limitada, pero bien
¿Cambios mayores?
Winckler, el breve
n grupo de historiadores y expertos en archivonomía y transparencia convocaron ayer a una conferencia de prensa para dar a conocer su posición crítica sobre la propuesta de Ley General de Archivos elaborada por los senadores Cristina Díaz (priísta), Laura Rojas (panista) y Zoé Robledo (perredista), y pidieron al Senado no aprobarla porque contiene elementos de regresión democrática y censura, abre la vía para una purga documental a discreción de los políticos, lo que podría constituir un atraco tanto o más grave que los cometidos en días recientes por gobernadores
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Amenazas a la paz en Colombia
tra vez se regresa la guerra sucia en Colombia. Como informó La Jornada en días pasados, van más de 200 asesinatos de dirigentes y guerrilleros de las FARC en lo que va de este año. Ahora, quienes han sido amenazados de muerte son la ex senadora Piedad Córdoba Ruiz y los activistas sociales Miguel Cifuentes Ardila, Melkin; Hernán Castrillón, Iván Madero Vergel, Eladio Antonio Morales Polo, Lilia Peña e Himat Abdalá, del movimiento nacional Marcha Patriótica, o defensores de derechos humanos y de organizaciones de defensa de la paz.
urante los últimos días pudimos leer un sinfin de crónicas y notas de opinión en relación con el sensible fallecimiento de Fidel Castro Ruz. El personaje en cuestión, enorme por su accionar y sus ideas, cambió el rumbo de América Latina. Y eso amerita que existan diversos balances, en su gran mayoría –hay que decirlo con claridad– favorables a su legado, a su obrar político: popular, transformador, hereje, subalterno, plebeyo.
a mañana del 21 de enero de 1998 era luminosa, los habitantes de La Habana aguardaban el arribo de Juan Pablo II y se sentía la electricidad expectante. En el aeropuerto, se encontrarían dos colosos del siglo XX. El reloj se detuvo a las 15:59 horas cuando se vio a lo lejos el perfil del avión de Alitalia disponerse a aterrizar. Fidel Castro vestía elegante un traje oscuro que contrastaba con el blanco de Karol Wojtyla. Fidel erguido, mientras Juan Pablo acusaba el deterioro de la edad y enfermedades. Los medios de comunicación se hicieron presentes durante la visita con más de 3 mil periodistas acreditados, cifra récord en la isla; parecían olfatear fatídicos desenlaces, quizá espectaculares desplantes entre dos figuras influyentes tan diametralmente opuestas como gemelamente paralelas. En realidad, fue el choque simbólico de dos grandes carismas: el del revolucionario, aventurero y gobernante de mano dura, y el del católico, cabeza de la Iglesia tan intransigente como triunfador en la caída del socialismo real. Ambos tenían como telón de fondo una isla mítica, cargada de historias contrastantes. Cuba se aferraba a un sistema que contra viento y marea apostaba por un socialismo que la modernidad globalizadora considera caduco y reminiscencia de una apuesta que la humanidad ha probado y rechazado. ¿Qué tenía Fidel Castro que tanto atraía a la Santa Sede? ¿Por qué Cuba ha sido tan fascinante para el Vaticano? ¿Por qué los papas han destilado tanto interés por una pequeña nación de poco más de 11 millones de habitantes?
ue necesario que gran parte de los votantes estadunidenses manifestaran en las urnas su descontento para empezar a escudriñar y aceptar las causas: una masiva afectación impuesta a su bienestar. De inicios de los años 70 al pasado 2012, el deterioro de los ingresos de los trabajadores en el PIB de ese país alcanza un grotesco 10 por ciento. Toda una tragedia impensable para legos y entendidos del ancho mundo. Pocos han sido los analistas que han penetrado los significados y consecuencias en tan severo castigo social. Un denso manto ideológico, manejado desde las altas esferas, (políticas, empresariales, académicas y mediáticas) oscurece tan cruda y dañina evidencia. La décima parte del PIB de ese rico país implica un Everest de riqueza trasladada, año con año, de un vasto grupo social a sólo un puñado de beneficiados en extremo. Para hacer posible este fenómeno de expoliación ha sido necesario todo un entramado de severos ordenamientos legales y descarnadas maneras de hacer negocios. Tal situación es, en efecto, el real cometido del modelo económico, cultural y político neoliberal vigente, no sólo en EU, sino casi en todo el mundo.
onald Trump (Nueva York, 1946) proviene de una familia de inmigrantes alemanes forjados desde abajo. En Estados Unidos, su abuelo Friedrich juntó algo de capital. Pero cuando quiso reinstalarse en su natal Kallstadt (Baviera), las autoridades lo expulsaron del reino por haber evadido el servicio militar. Se regresó a Nueva York y allí nació Fred Trump (1905).
stuve en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara el fin de semana. ¡Vi tantos libros, y tan bien presentados! Vi a los editores, espléndidos algunos, buenos otros... esforzados todos. Conocí también a bastantes lectores, que acompañé a escuchar a algún autor que nos interesaba. Firmé algunos libros en la editorial, y reconocí con gusto que muchos de los que compran lo hacen por interés en el tema, antes que por juicios respecto de autores. Vi a jóvenes estudiantes tomándose fotos cerca de libros o cerca de autores.
l plan económico de Donald Trump incluye fuertes reducciones de impuestos, tanto para individuos como para empresas, y posibilidades de deducciones fiscales hasta cuatro veces más altas que las existentes en la actualidad. Se calcula que éstas y otras reformas reducirán el ingreso fiscal en 9.5 billones (castellanos) de dólares a lo largo de la siguiente década y llevarán los ingresos tributarios a su nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial.
n el Antiguo Testamento leemos que Tobías era un judío piadoso que se encargaba de sepultar los cadáveres de sus compatriotas. Por su noble misión fue perseguido y exiliado. En Grecia, Antígona entierra a su hermano muerto a pesar de la prohibición y su desobediencia la condena a la muerte. Tomás Eloy Martínez cuenta en su estupenda novela Santa Evita cómo el cadáver de Eva Perón fue profanado por los militares antiperonistas que la consideraban un peligro aun muerta. Para Miguel de Unamuno el hombre sepulta sus cadáveres porque guarda la esperanza de la resurrección, del día en que volveremos a encontrarnos con nuestros familiares en el cielo. Lo cierto es que sepultar a los seres queridos es, más que un rito, un derecho inalienable, por eso la desaparición es la peor forma de tortura inventada por los regímenes absolutistas del siglo XX.