Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 1 de febrero de 2009 Num: 726

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Simbiosis
ENRIQUE HÉCTOR GONZÁLEZ

Hua Guofeng, el último maoísta
ALEJANDRO PESCADOR

Bautizada por el viento
ADRIANA DEL MORAL entrevista con ENRIQUETA OCHOA

Quienes revelan la eternidad: Enriqueta Ochoa
ADRIANA DEL MORAL

Goran Petrovic, la mirada trashumante
JORGE ALBERTO GUDIÑO HERNÁNDEZ

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Columnas:
Jornada de Poesía
JUAN DOMINGO ARGÜELLES

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
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Jorge Moch
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Enemigos del laicismo, amigos del dinero

Hace poco se celebró el Sexto Encuentro de la Familia organizado por esa teocracia mal disfrazada que se supone legítima gobernanta del ejecutivo, oligarquía y prole malamente arrimadas a la curería católica. Se ha escrito ya de la rabiosa revuelta de tripas que la sola mención del laicismo –esa mamada, dijo no hace mucho un obispillo belicoso, bien cebado y ricachón– causa en los enjoyados e inaccesibles purpurados. No hay mucho qué decir al respecto, salvo que sabemos lo mucho de que adolecen ciertos clérigos encumbrados: prudencia, conocimiento de historia sin sesgos dogmáticos y del contexto actual más allá de las chatas narices que siempre meten en la sexualidad ajena. Al encuentro dieron voz y eco hasta la náusea las televisoras mexicanas, y la que más fue la protosalinista tv Azteca. Pudimos ver, severos y cerosos, a Tarcisio Bertone (que se antoja para personaje de cuento negro), y desde luego al intragable Rivera y sus muchachos de vestido largo: Hugo Valdemar, dicharachero vocero del Arzobispado, y también al mediático José de Jesús Aguilar Valdés, quien regula las políticas de radio y televisión de la organización. A propósito de TV Azteca y José de Jesús Aguilar Valdés, que aparece siempre en foros de discusión de Azteca o su ilícita filial Canal 40 (allí también la injerencia de Valdemar en la censura de la televisora), unas semanas antes del alharaquiento concilio, topé con un infame infomercial en el que el señor Aguilar promovía, merolico mediático, la venta de unas reproducciones de la Guadalupana y un dividí con escenas de los pontificios periplos del desaparecido Wojtyla, a cuya extinción impepinable tv Azteca y sus curas patrones se siguen negando, en este pobre país fanático y fundamentalista. Sólo quinientos ejemplares, apremiaban: compre ya. Tomé el teléfono y pedí información sobre el precio. Me contestaron en una empresa que se llama Innova, y que no me sorprendería que fuera uno de los muchos negocios de Slim o Salinas, y me dijeron que solamente tenía yo que cuadrarme con mil ciento cincuenta pesos. Que a razón de quinientos lotes exclusivos –pero probablemente puestos a la venta cada dos meses– sumarían casi seiscientos mil pesitos que repartirán entre los intermediarios, supongo que la televisora y sin duda los muy humildes curitas. No aguanté la carcajada, di las gracias y colgué. Estuve recibiendo llamadas de reproche, de insistencia y luego solamente de amenazador silencio como hasta dos horas después…


Ilustración de Juan Gabriel Puga

El encuentro, más allá de los denuestos públicos de la curia contra el laicismo constitucional de esta República, pronunciados perversamente en el teatro queretano (la derecha es fuerte en Querétaro, pues) donde se promulgó, precisamente, la Constitución Mexicana que nos cobija de los abusos confesionales de la clerecía, sirvió también para refrendar el oscurantismo, los ataques a la familia diversa y a los homosexuales que, según Alejandro Modarelli, “encuentran su lugar de enunciación menos en los vericuetos epistemológicos o arquetipos de la cultura gay-lésbica que en un Eros clandestino y pluriforme ”. Pero también sirvió el sexto encuentro para airear preciosas muestras de contradictorio, involuntario humorismo cuando se escuchó a los príncipes hablar de amor y humildad, pero enjoyados, lejanos, rodeados de guardianes en su remedo de corte del siglo xvii , o cuando soltaron declaraciones que con un gramo de malicia se convierten en el chirrión del palito, y allí el quebequense obispo auxiliar de Montreal, de apellido Gazaille, cuando sin darse cuenta le revierte el discurso a sus patrones al soltar que “la amenaza a la familia no es su transformación sino el letargo intelectual de la Iglesia”. Una joya de la contrainteligencia ateológica con la que este escribidor no podría estar más de acuerdo.

En fin, que a lenguas desatadas, rezanderas, beligerantes e inoportunas nada mejor que el gradual olvido endosado con una evidente falta de interés del alemán capo de Roma, su indiferencia ante las trémulas ganas de Carrera Rivera y sus alecuijes ensotanados de traerlo a estas tierras, y el gradual, indetenible paso del tiempo para que serene la derecha mexica la febrícula del proselitismo religioso. Y por su dios, dejen las televisoras de machacar con sus cánticos de monja trasnochada que no dejan, en muchos incrédulos mascullantes como este sumeteclas, sino ganas de organizar una colectiva cruzada en pos de un certificado de apostasía. Por cierto, ¿alguien tiene información sobre el trámite en México?