Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 4 de junio de 2006 Num: 587


Portada
Presentación
Bazar de asombros
Para alejar la idea de la muerte
CARLOS ALFIERI
ENTREVISTA A KAZUO ISHIGURO
Nota útil sobre Bulgákov
JORGE BUSTAMANTE GARCíA
No hubo mujer más feliz que yo
ALEXANDR SCHUPLOV
Escribir antes que morir
OLGA NAUMOVA
Paul Schreber: en busca del lenguaje genial
ANDREAS KURZ
La senda del color
VLADY
Lo que el viento a Juárez
Mentiras transparentes
FELIPE GARRIDO

Columnas:
Enrique López Aguilar

Verónica Murguia

Angélica Abelleyra

Luis Tovar

Juan Domingo Argüelles

Noé Morales Muñoz


Directorio
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El día 3 de noviembre de 1937, invitado por la Sociedad de Amigos de la República Española, Alfonso Reyes dictó en el Teatro Rivadavia de Buenos Aires, siendo embajador de México, su gran conferencia "México en una nuez". El texto de esa brillante conferencia fue publicado en México en 1953, y es una magistral síntesis de la historia de su patria. Su visión de Juárez fue plasmada en los siguientes fragmentos.
Emilio Cárdenas Elorduy

México en una nuez

Alfonso Reyes

Hubo un día en que este vaivén de liberales y conservadores estuvo a punto de matar a la joven República. Y Juárez aparece entonces como ese último punto providencial en que se refugian la vitalidad y la conciencia del ser en peligro. La nación se reduce a las proporciones del coche en el que Juárez peregrinaba, salvando las formas del Estado. Juárez-Eneas: Juárez, el hombre que sale del incendio. Segundo Padre de la Patria, pero ya con la experiencia adquirida por las vicisitudes de medio siglo. En aquel inmenso "borrón y cuenta nueva" que le toca llevar a cabo, traza el cauce por el que habrá de correr el río, y abre una era definitiva en nuestra historia. Por primera vez una conciencia hizo tabla rasa de los hechos amontonados por la casualidad, y comenzó a reedificarlo todo con un plan seguro, con un propósito inquebrantable. Ahora ya no es la naturaleza ciega: ahora es la inteligencia humana. De la frente de Benito Juárez salta la imagen alada de la República.

Las Leyes de Reforma y la Constitución del '57 quedan como huella escrita de aquel duelo definitivo entre liberales y conservadores. Letes y Constitución que eran todavía poca cosa para lo que faltaba hacer, pero que hicieron posible -respetadas hasta cierto punto, sorteadas a veces con maña y a veces con fuerza- un alto en el camino. Este alto, suelo reparador del cuerpo después del sobresalto sufrido, fue la Paz Porfiriana.

Por lo demás, Hidalgo, Morelos, Juárez, tienen todavía mucha faena por delante. No se han quitado todavía las botas de campaña.

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