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FELIPE GARRIDO
EL SAPO Y EL FUEGO
Dicen los viejos que en otro tiempo no había fuego en el mundo y todos los seres vivientes se reunieron para ver cómo podían conseguirlo. La paloma, el cuervo y el perro dijeron que irían a buscarlo. También lo hizo el sapo, pero todos se burlaron. Cuando el dios del fuego supo que querían robárselo, comenzó a lanzar centellas y rayos para matar a cualquiera que quisiera tomar aunque fuera una brasa. La paloma, el cuervo y el perro no pudieron acercarse. Pero el sapo, nadando bajo el agua, llegó a la casa del dios del fuego y se lo robó. Los rayos y los truenos hacían un gran escándalo, pero el sapo siguió su camino, con el fuego en el hocico, y llamó a sus hijos para que lo ayudaran. De pronto hubo cientos, miles de sapos que cantaban llevando pedacitos de fuego. Iluminaron todas las cosas del mundo. Lo pusieron en las rocas y en las ramas. Por eso ahora los hombres pueden hacer fuego; porque está escondido en las rocas y en las ramas.
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