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Al son de Alec Dempster
Al principio desconfiado que es uno tuve mis dudas. Su correo electrónico era breve, parco. Tras releerlo imaginé que era uno de esos extranjeros "entusiastas" que se dan baños de aldea buscando minas de oro, sus propios Buena Vista Social Club (fantasioso que es uno). ¡Tantos discos produciéndose en el mundo al servicio del dinero! Lo bueno es que me conozco y no me dejo llevar por desconfianzas ni fantasías. Además, Alec Dempster que así se llama el autor de tal mensaje decía ser amigo de mi tío (Octavio Rebolledo), músico de son veracruzano con seso agudo y crítico. Así que finalmente me decidí e hice clik en una liga precedida por el macizo mensaje: "Yo soy artista plástico y productor independiente de algunos discos de grabaciones de campo de son jarocho de Los Tuxtlas. También toco algo de son jarocho. Quiero que veas mi página. Tal vez te interese la manera en que he unido mi interés por la música y la gráfica."
El guaje
Raymundo Domínguez
Chorro de limón
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¡Vaya sorpresa! Resulta que Alec Dempster nació en México pese a su ascendencia canadiense. Buena parte de la vida la pasó en el país nórdico, en donde estudió Artes Plásticas. Luego de dos visitas a Veracruz, se trasladó a Xalapa. Ahí se enamoró. Ahí decidió quedarse. Más tarde y temporalmente se movió a la zona de Los Tuxtlas y levantó dos registros musicales de campo que culminaron en sendos CDs (los que se pueden escuchar en su mismo espacio en internet). Hipnotizado por los fandangos y su gente, comenzó a unir la imaginería del son con su propia obra. El resultado es más que notable. Ilustrando esta página hay técnicas de grabado en linóleo, xilografía y pintura al óleo, a propósito de músicos emblemáticos o letras de sones.
Así las cosas, Alec Dempster no sabe que saldrá publicada esta nota. Apenas le regresé su correo sugiriéndole que comprara La Jornada de hoy. Mi deseo es que estas líneas sean epístola abierta, simple reconocimiento a su talento. (Debo confesar, eso sí, que antes de darle rienda suelta a un arrebato ingenuo marqué un par de teléfonos xalapeños, pues quise cerciorarme de las simpatías de los jaraneros hacia este hombre de nombre novelístico. La respuesta fue clara: Dempster es un artista honesto que ha picado piedra con cariño, ganándose un lugar en ese ambiente cerrado, lleno de competencias y luchas veladas.)
Luego recordé que Alec ya me había escrito antes pidiéndome el contacto de algunos músicos. No sé si le serví de mucho en aquel entonces. Hoy espero haberlo hecho porque su actividad merece explotar en muchas miradas más (aunque ya ha expuesto individualmente en numerosas galerías de México, Canadá, Estados Unidos y Francia). Y es que, como él mismo atina en su excepcional sitio en la web, su obra "suele ser una respuesta a su entorno cotidiano, combinado con asociaciones surrealistas y recuerdos. El resultado es una narrativa compleja que traspasa fronteras culturales". Estamos de acuerdo.
Finalmente y en lo que trabajo para la próxima semana alguna de las sugerencias hechas por el estimado vecino de páginas Jorge Moch, aquí les dejo el tan mentado y recomendado sitio de Alec Dempster: www.alecdempster.com
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