Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Dos poemas
NAOMI SHIHAB NYE
Palestina hoy
NAIEF YEHYA
Concertación chilena: ¿fecha de caducidad?
GUSTAVO GORDILLO e IGNACIO LOZANO
El título es el peligro
RICARDO BADA
Leer
Columnas:
Galería
LIVIA DÏAZ
Las Rayas de la Cebra
VERÓNICA MURGUíA
Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA
Cinexcusas
LUIS TOVAR
Corporal
MANUEL STEPHENS
El Mono de Alambre
NOÉ MORALES MUÑOZ
Cabezalcubo
JORGE MOCH
Mentiras Transparentes
FELIPE GARRIDO
Al Vuelo
ROGELIO GUEDEA
Directorio
Núm. anteriores
[email protected]
|
|
Mochilas
Siempre llevo a mi hijo a la escuela. Procuro hacerlo temprano para que pueda jugar un poco antes de que den las campanadas de entrada. Lo veo cambiarse en las mañanas, bolearse los zapatos, peinarse con la vaselina que le envían sus abuelos de Mexico, usar incluso mi propio perfume. Lo veo desde el fondo de mi oficina, mientras leo las noticias del día. Luego nos montamos en el coche y empezamos a hablar de cualquier cosa durante el trayecto. A veces nos detenemos en la tiendilla para comprar una bolsa de papitas o una paleta de dulce, a espaldas de la prohibición de mi mujer. Pero hasta aquí la vida parece un árbol lleno de pájaros. Y así lo es. Porque el problema viene cuando llegamos a la escuela y mi hijo se baja del coche. Deja la mochila en el suelo y, después de cerrar la puerta con fuerza, se la vuelve a echar a la espalda antes de despedirse. Yo me quedo mirándolo desde el coche, como siempre. Mirando su manita que cada tanto se levanta para decirme adiós. Y mirando también su mochila sobre su espalda, tan pesada ya que no puedo evitar pensar todo lo que la vida habrá de meter en ella todavía y todo lo que yo (su padre ahora, su hijo después) tendré que sacar para hacérsela siempre más liviana. |