Siete días para la eternidad*
Odysseas Elytis
domingo.– Mañana en el Templo de Mosjofóro. Digo: que la bella Mirtó se vuelva verdadera como árbol, y que su cordero, mirando directamente a los ojos a mi asesino, por un instante, castigue al amarguísimo futuro.
lunes.– Presencia de hierba y agua en mis pies. Lo cual significa que existo. Antes o después de la mirada que me petrificará, la mano derecha alta llevando una enorme Espiga azul. Para que yo funde el Nuevo Zodiaco.
martes.– Éxodo de los números. Lucha del 1 con el 9 en una playa totalmente desierta, llena de guijarros negros, montones de algas, grandes espinas dorsales de fieras en las rocas.
Mis dos antiguos y queridos caballos relinchan parados sobre los vapores que levanta el azufre del azul marino.
miércoles.– Del otro lado del Rayo. La mano quemada que volverá a florecer. Que alise los pliegues del mundo.
jueves.– Puerta abierta: escalones de piedra, flores de geranios, y más allá techos transparentes, papalotes, astillas de pequeños guijarros al sol. Un macho cabrío rumia despacio los siglos y el humo sube tranquilo entre los cuernos.
Cuando a escondidas, en el patio de atrás, besan a la hija del jardinero y de tanta alegría cae una maceta y se hace pedazos.
¡Ah, si salvara ese ruido!
viernes.– "De las Metamorfosis" de las mujeres que amé sin esperanza: El eco: ¡Ma-ri-naaa! ¡Ele-niiii! Cada golpe de campana una lila en mis brazos. Luego, luz extraña, y dos palomas diferentes que me jalan hacia arriba a una casa grande adornada de hiedra.
sábado.– Ciprés de mi familia que cortan hombres hoscos y callados: para un compromiso de matrimonio o una muerte. Escarban la tierra alrededor y la rocían con agua de claveles.
Habiendo recitado yo las palabras que desmagnetizan al infinito.
Traducción de Francisco Torres Córdova
*De Seis y un remordimientos por el cielo
Este trabajo es parte del proyecto para el snca 2004-2007
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